El relator especial para la libertad de expresión de la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos (CIDH), Pedro Vaca Villarreal, solicitó al Gobierno mexicano reconocer la “crisis” de violencia que atraviesa el periodismo en México, luego que cuatro periodistas han sido asesinados solo en el mes de enero.
Por ello, solicitó al presidente Andrés Manuel López Obrador suspender el espacio conocido como “¿Quién es quién de las mentiras?”. Allí, de una manera torpe y sin argumentos de peso, Ana Elizabeth García Vilchis supuestamente revierte las acusaciones que se generan en la prensa contra el Gobierno.
“Ante la escalada de violencia me corresponde pedir la suspensión de este espacio, porque enrarece los mensajes firmes que se deben escuchar de respaldo a la labor periodística y de rechazo a la violencia contra periodistas (…) envía mensajes confusos sobre la intención gubernamental de garantizar la libertad de prensa”, explicó el representante de la CIDH a la prevista Proceso. También calificó este espacio como “totalmente extraño a los estándares democráticos de libertad de expresión y como un momento “de entretenimiento presidencial”.
El relator indicó que lleva más de cinco meses esperando una respuesta del Gobierno de México para que le expliquen a cuál es la meta y la metodología del espacio: “Para mí es lamentable, porque ha han pasado meses: yo la canalicé por las vías formales, he insistido en varias oportunidades, y no hemos recibido respuesta”.
Señaló que “en lugar de condenar tajantemente las agresiones contra la prensa en el mes más trágico para la profesión en tiempos recientes, el presidente declaró que son muy pocos los periodistas que están cumpliendo con el noble oficio de informar, lo cual puede ser entendido por la sociedad como una forma de disminuir la relevancia del problema”.
Por ello solicitó a las autoridades tener más cuidado con sus comentarios y el momento en que los dicen. “Hay suficiente literatura que plantea de manera inequívoca, que cuando hay violencia contra la prensa, es muy importante que las autoridades particularmente quiénes tienen altos niveles de responsabilidad dentro de los Estados, rechacen contundentemente las violencias contra la prensa. Con tres periodistas asesinados al viernes de la semana pasada, yo no escuché este mensaje”, añade.
Y agregó: “me pregunto qué pueden estar pensando los familiares de las víctimas mortales sobre lo que dicen las autoridades. Me pregunto qué pueden estar pensando los colegas de estos periodistas, cuál es el mensaje que se envía, y creo que es absolutamente desafortunado que en momentos en los cuales las más altas esferas del Estado deben reconocer la legitimidad y el trabajo de la prensa y repudiar las violencias, esto no ocurra”, dice.
Incluso solicito que en lugar del “¿Quién es quién de las mentiras?” este miércoles, un vocero de gobierno informe la situación jurídica del asesinato de Luis Roberto Cruz Martínez, un periodista tamaulipeco que hoy cumple 22 años de asesinado. “Qué bueno sería que en una mañanera como la de mañana se pudieran decir a la prensa qué se está haciendo para superar la impunidad, con casos que llevan 22 años; y a lo mejor acercarse a las familias, a sus colegas”.
Finalmente, indicó que México vive “una crisis de violencia dentro de una tragedia sostenida” en materia de violencia la prensa desde hace más de una década, pero que el mes de enero representa “un momento muy agudo y delicado de esta crisis”, por lo cual “es muy importante que el Estado envíe señales muy claras de acuerdo con el derecho a la libertad de prensa”.
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