Precampañas vacías

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Terminó el periodo de precampañas en que los partidos seleccionaron a sus candidatos tanto a nivel federal como en algunas de las entidades que tendrán elecciones este año y conforme a lo previsto, en términos generales estuvieron muy por debajo de las exigencias del país.

A lo largo de estas semanas nos inundaron de spots plagados de imágenes y frases que buscan llegar al sentimiento de los ciudadanos a partir de conceptos abstractos como la alegría o la felicidad, pero al final carentes de contenido, y en los casos en que se llevaron a cabo procesos internos, principalmente en el PAN, la situación no fue muy distinta ya que prevaleció el bombardeo de propaganda con las fotos de los contendientes y sus lemas de campaña que poco o nada decían.

En los demás partidos se privilegiaron las llamadas candidaturas de unidad -que es lo mismo que la designación-, por lo que ni siquiera pudimos conocer con claridad quiénes eran los aspirantes.

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Aunque las expectativas eran escasas, no por ello deja de ser desalentador que no hayamos escuchado pronunciamientos ni propuestas serias en torno a temas prioritarios que debieran estar presentes en la agenda nacional y en las plataformas de los partidos como las violaciones a derechos humanos y desapariciones forzadas, corrupción, transparencia, pobreza, desigualdad o educación.

Tal parece que el mensaje que otra vez mandan las cúpulas partidistas, es que están demasiado ocupadas en las negociaciones internas, armando las listas de candidatos y en las alianzas electorales, por lo que no han entendido la gravedad de lo que está ocurriendo en México ni lo que de ellas demanda la población.

Está por demás decir que si hiciéramos una encuesta, lo mas probable es que arrojaría por resultado que la gran mayoría de los precandidatos no conocen las plataformas que se comprometieron a defender, y si profundizamos un poquito nos percataríamos que tampoco tienen mucho conocimiento incluso quienes las aprobaron.

Por supuesto, y salvo alguna excepción que hasta el momento no tengo identificada, los debates también estuvieron ausentes por lo que no fue posible contrastar ideas, capacidad argumentativa, desenvolvimiento o trayectoria de quienes aspiraban a obtener las candidaturas y abanderar a sus partidos. Todo se redujo a un cúmulo de imágenes vacías, que no es más que el preludio de lo que nos espera durante lo que resta del proceso electoral.


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