En dos ocasiones, el secretario de Seguridad y Protección Ciudadana (SPPC) del gobierno federal Omar García Harfush ha visitado Sinaloa. No se trata de giras por gusto, sino que responden a una realidad que tiene a los habitantes de dicha entidad en continua preocupación por la violencia que enfrentan cotidianamente.
Los datos no permiten decir que los ciudadanos de dicho estado están gozando las ventajas de vivir en donde nació uno de los Cárteles más poderosos del narcotráfico y que el enfrentamiento entre dos facciones enfrentadas entre sí luego de la detención de Ismael El Mayo Zambada, engañado por Joaquín Guzmán López, pues esto desató una auténtica guerra entre la Mayiza y la Chapiza.
Los enfrentamientos han provocado no sólo muertes, robos y zozobra entre la población de Culiacán, Mazatlán y otros municipios sinaloenses, sino que también el comercio y otras actividades económicas han sido afectadas. Tan sólo el día de la visita de García Harfush a la entidad, el gobierno estatal anunció que dispersará 62 millones de pesos entre comerciantes de la zona centro de la entidad para reactivar la economía y las solicitudes al Banco de Alimentos de Culiacán por desabasto a causa de la violencia aumentarón 300%.
El director del diario Noroeste, Adrián López, lleva el registro de las muertes diarias que se presentan en el actual contexto de violencia en la entidad, mostrando que se mantiene un promedio de homicidios dolosos de 7 diarios.
Se trata de un panorama complejo, en especial si la meta es pacificar la entidad, algo difícil ya que el propio titular de la SPPC ha reconocido que «pacificar Sinaloa no será de la noche a la mañana».
Factores a considerar
Pacificar una entidad que es sede de la fractura de uno de los cárteles más poderosos e influyentes no sólo de México, sino también a nivel internacional, no será tarea sencilla, es algo que se debe reconocer, pero también hay que considerar que ya se han dado algunos pasos en la dirección que se necesita, aunque es algo que no se ha hecho en Sinaloa.
Nos referimos al «Operativo Enjambre», un conjunto de acciones en las que se coordinaron autoridades estatales, federales, fuerzas armadas y de las fiscalías federal y estatal para desmontar las redes de protección de grupos criminales, que tuvieron como resultado la detención de funcionarios de policía municipal, incluso una alcaldesa, que brindaban protección y eran complices de distintas organizaciones delincuenciales.
¿Faltará mucho para que veamos un «operativo enjambre» versión Sinaloa?
Y es que hay indicios de que lo que se encontró en el Estado de México podría ser mínimo comparado con lo que se tiene en la citada entidad, vamos, al menos a Delfina Gómez no se le puede acusar de estar relacionada con un cártel o que tenga que invitar a un líder criminal para que le ayudara en su disputa con un adversario político.
La carta de Ismael El Mayo Zambada luego de su detención en Estados Unidos muestra al gobernador de la entidad, Rubén Rocha Moya, como alguien cercano al cártel que ayudó a fundar. Días después de la detención, aparecieron mantas en las que se acusaba al mandatario estatal de proteger a los Chapitos y en análisis en medios y redes sociales del estado se preguntan si podría ser objeto de un atentado.
Además, la detención de El Mayo Zambada también destapó que agentes de la Fiscalía estatal también servían como escoltas de jefes criminales; la misma Fiscalía de Sinaloa fue expuesta por la FGR de mentir en el asesinato de Héctor Melesio Cuén, adversario de Rocha Moya, cuyo encuentro entre ambos fue el pretexto para atraer a Zambada García y capturarlo para llevarlo por avión a Estados Unidos.
Será una tarea titánica desmontar las redes de protección gubernamental para el Cártel de Sinaloa, pero es algo que debe iniciar cuanto antes.
Otro factor que se debe tomar en cuenta y que podría explicar la manera en que García Harfush está llevando las cosas para realizar un operativo de esta naturaleza es que hay indicios de que los herederos de El Chapo Guzmán Loera están siendo apoyados en su lucha en contra de los de El Mayo Zambada por el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG).
¿Recuerdan que cártel estuvo detrás del atentado en contra del propio Omar García Harfush en la CDMX, cuando era jefe de la policía de la capital del país? Precisamente el CJNG.
No es por otra cosa que en cada visita a Sinaloa, García Harfush la hace arropado por un fuerte operativo de seguridad.
Aunque también las presiones aumentarán a medida en que se tarden las acciones para reducir la violencia en la entidad.
En tanto, empresarios y representantes ciudadanos firmaron el Gran Acuerdo, mediante el cual se busca impulsar acciones que contribuyan a la construcción de una cultura de la paz en la entidad, el cual es visto por el director de Noroeste, Adrián López, como «algo distinto al equilibrio mafioso del que venimos y que se rompió con la disputa entre los Guzmán y los Zambada y que nos regresará de golpe este 2024 a una tasa de homicidio por cada 100 mil habitantes superior a 30; prácticamente el doble de la que logramos en 2023».
Sinaloa puede representar el gran reto –y gran victoria– para Omar García Harfush o el ataúd de sus aspiraciones políticas para el futuro.
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