La pandemia del Covid-19 por sí misma es un gran desastre natural y de proporciones épicas, ha paralizado a las sociedades casi en su totalidad, ha causado cientos de miles de muertos, millones de contagios, ha puesto a prueba a los gobiernos de todo el mundo y de todas las tendencias políticas, ha puesto en el ojo del huracán a los gobernantes que han tenido que ser muy creativos para enfrentar este enorme reto.
La anterior es una muy buena frase, como para empezar un libro o en este caso un artículo, es muy general y da la impresión de que la humanidad fue muy afortunada de tener los gobernantes que enfrentaron como unos héroes esta catástrofe. Pero no, la realidad es un poco más compleja.
La pandemia vino a desnudar a todos, gobiernos, científicos, religiones, empresas, familias, individuos, cada una de estas unidades sociales tuvieron respuestas diferentes, prioridades diferentes, visiones muy diferentes, que los llevaron a tomar decisiones muy distintas, incluso tan disímbolas que chocan entre sí.
La información de la pandemia surgió y se hizo del conocimiento de todo el planeta en diciembre de 2019; apareció en Wuhan, provincia de Hubei en China, un nuevo virus muy contagioso, mortal y actualmente no hay tratamiento para combatirlo.
Los chinos se apresuraron a actuar y lo hicieron del conocimiento del mundo, primero con un diagnóstico de una neumonía de origen desconocido y después se le asoció, en enero del 2020, a una enfermedad provocada por un coronavirus.
No vamos a hacer una reseña de la historia del Covid-19, ya hay muchos trabajos de personas mejor enteradas sobre los detalles de este virus que el autor de esta columna, tampoco vamos a enumerar todos los errores que el gobierno ha tenido, aunque sí valdría la pena hacerlo, en el manejo de esta crisis sanitaria.
El objetivo de este escrito, en el contexto antes descrito, ahora es hablar un poco sobre los ahora «Municipios de la Esperanza».
En este momento quienes me «mal quieren» dirán que ahora me creo experto en pandemias, debo decir que ciertamente no se nada más que lo que se dice en la prensa y un poco de algunos artículos científicos que de rebote han caído en mis manos, bueno tengo que ser más preciso, que han aparecido en Google y he leído.
No quiero dar una opinión experta, y aquí mi chairo preferido dirá «entonces quédate callado», pero si quiero escribir sobre lo que mi sentido común me dicta (el chairo está muerto de la risa).
Todo esto empieza porque mi buen amigo @LeoGarciaMx me mandó una liga a una discusión sobre los «Municipios de la Esperanza»
¿Qué madres es eso? Pensé ¿alguna serie de Netflix? ¿Un capítulo de la Rosa de Guadalupe? Y como no tenía ni la más pálida idea de lo que era me puse a ver de qué se trataba ese lió.
López Obrador para variar había alborotado las redes con una de sus «geniales» y tormentosas ideas que regularmente se mueren a los dos días porque son exactamente eso: ocurrencias delirantes.
La Nueva Normalidad
Regresaremos a la «Nueva Normalidad» pal día 15 y según López lo harán primero los 291 municipios del país que no han reportado ningún contagio de Covid-19.
Primero dije:
–Mmmmm. Pero al momento la ardilla de la azotea empezó a gritar.
–Nooooo maaaaammmmeessss.
–¿No qué? Dije sacado de onda.
La ardilla más rápida que nunca corrió y regresó con un legajo de recuerdos.
Cierran pueblos de Guerrero por Covid-19. En el municipio de Chilpancingo los pueblos de Olinalá, Santa Bárbara y San Cristóbal impusieron medidas de restricción a la gente que quiere ingresar a sus pueblos. (Reforma 3-abr-20).
Lio entre Telchac Pueblo y Puerto por barricadas ante la contingencia del Covid-19. Habitantes de Telchac Pueblo y una patrulla de la Policía Municipal bloquearon desde las 6 de la mañana la carretera estatal y no dejan pasar a personas que no son del municipio. (Diario de Yucatán 9-abr-2020)
Algunos pueblos de México bloquean el paso a personas ajenas. Puerto Peñasco, Sayulita, Tepoztlán, Rincón de Guayabitos. (San Diego Union Tribune 10-abr-2020)
El común denominador de todas estas notas es que los pobladores, miembros del «Pueblo Bueno y Sabio» decidieron mandar por un tubo las recomendaciones del Presidente de la República y blindaron sus pueblos, nadie extraño entra y si entra deberá quedarse en cuarentena.
Y es así que poco a poco nos fuimos enterando de cómo los pobladores dueños de su sentido común decidieron hacer lo que los políticos de la 4T tuvieron miedo de hacer, impedir que sus comunidades fueran azotadas por el virus.
Y así tenemos que estas medidas extremas implementadas por los pobladores han mantenido a sus pueblos con cero contagios.
Pero también hay algo muy importante que decir sobre estos poblados, son localidades muy pobres, sin infraestructura de salubridad y sin médicos en muchos de los casos.
También tenemos el dato de algunos estados de la República que de igual manera decidieron tomar acciones «duras» para contener la propagación del virus en sus entidades, tenemos a Jalisco y Querétaro que dieron pasos decididos para controlar la pandemia en sus territorios.
El resultado ya lo dijimos, cero contagios en los municipios donde sus habitantes actuaron y curvas de infecciones muy «achaparradas» en los estados que tomaron decisiones duras.
Un acto ruin del gobierno fue tratar de desprestigiar a quienes sí hicieron algo, o al menos lo intentaron, mandó a la espuria Rosario Piedra Ibarra como golpeadora de la CNDH a condenar las acciones tomadas por el gobierno de Querétaro y no manifestarse ni recomendar nada por las mismas acciones que tomó el «Pueblo Bueno» en muchas poblaciones a lo largo del país.
La gran incongruencia de quién dice cuidar al pueblo y no actúa y censura a quienes hicieron más que el mismo gobierno federal, un gobierno mediocre que dice proteger a los ciudadanos y en realidad los olvida, un gobierno que no sabe reconocer que hay mejores ideas que las suyas y quiere ridiculizar o desprestigiar aquellas que no provienen de la delirante cabeza del Mesías Tropical.
Ahora el gobierno decide que ya es tiempo de empezar a reactivar la economía.
Reactivar la economía en los poblados en donde la actividad principal es no morir de hambre, en donde los pobladores históricamente están acostumbrados a arreglárselas solos, en donde no hay industrias, ni siquiera empresarios, que sobreviven sin el gobierno, ya lo demostraron, y que saben tomar las decisiones que se requieren y son de sentido común, con la única intención de salvar a su comunidad, sin temor a que les digan o reclamen nada.
El presidente quiere salvar al país empezando por obligar a los pobladores que protegieron sus comunidades a que se activen, como si necesitaran que se les diga, que abran sus calles, quiere quedar bien en donde las acciones no las tomó él
Ahora el presidente hará caravanas con sombrero ajeno, le puso nombre de telenovela barata a su mediocre plan y piensa que la gente le cree.
Y como sabe que la gente si usa su sentido común y lo pueden ignorar olímpicamente, dice que es voluntario.
Referencias:
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