El Movimiento Regeneración Nacional (Morena) enfrenta una tormenta interna que amenaza con fracturar su hegemonía. Eduardo Cervantes, exlíder de Morena en la Ciudad de México, soltó una bomba al declarar que “el enemigo de Morena está dentro de Morena” mientras encabezaba el Programa de Formación de Formadores. La frase le costó su puesto en el Instituto de Formación Política, pero destapó un sentir que resuena más allá de las filas morenistas. En el Partido Verde Ecologista de México (PVEM), aliado histórico de Morena, figuras como el senador Luis Armando Melgar y Arturo Escobar han encendido las alarmas, acusando al partido guinda de proteger a corruptos y señalando fisuras que podrían redefinir el panorama político rumbo a 2027.
Les dijo que en Morena “hay mucha gente que miente, que es corrupta”
Y señaló: “el enemigo de Morena está dentro de Morena”
¿Y qué pasó? LO CORRIERON
Eduardo Cervantes, exlíder de Morena CDMX, encabezaba Programa de Formación de Formadores
Tras estas palabras lo despidieron pic.twitter.com/UEJnSw5SQn
— Manuel Lopez San Martin (@MLopezSanMartin) September 7, 2025
Cervantes, conocido por su franqueza, apuntó a las pugnas internas y a la falta de coherencia ideológica como el talón de Aquiles de Morena. Su salida no silenció el debate; al contrario, amplificó las críticas de quienes ven al partido como un nido de contradicciones. En el PVEM, la molestia es palpable. Melgar, en un discurso reciente, respaldó la idea de que el Verde compita sin alianzas en 2027, rompiendo con la coalición que los ha unido a Morena. Arturo Escobar fue más allá, acusando directamente a figuras como Rutilio Escandón, exgobernador de Chiapas, y a Pepe Cruz, junto con el llamado “Grupo Tabasco”, de saquear recursos y violentar a sus comunidades con impunidad. “Un pueblo noble y trabajador no merece eso”, sentenció Escobar, según publicaciones en redes sociales.
Las acusaciones no son menores. En Chiapas, Escandón ha sido señalado por desvíos millonarios y por el colapso de la infraestructura pública, mientras que el “Grupo Tabasco”, ligado a Adán Augusto López, enfrenta rumores de prácticas clientelares que contradicen la narrativa de austeridad de Morena. Estas críticas, sumadas a la percepción de que el partido ha dado cobijo a políticos oportunistas, han alimentado el descontento. En X, usuarios han viralizado hashtags como #MorenaSeDesmorona, destacando cómo las ambiciones personales y las lealtades divididas están erosionando la unidad del partido.
El contexto no ayuda. Con Morena controlando 23 gubernaturas y el Congreso, cualquier fractura interna podría tener consecuencias devastadoras. Analistas sugieren que la salida de Cervantes y las declaraciones del PVEM reflejan un hartazgo con la falta de autocrítica en Morena, que, según sus detractores, ha priorizado el poder sobre los principios de la 4T. Si el Verde opta por ir solo en 2027, Morena podría perder un aliado clave, debilitando su maquinaria electoral. Mientras tanto, las acusaciones de corrupción y las pugnas internas pintan un panorama de incertidumbre. ¿Podrá Morena cerrar filas o se convertirá en su propio verdugo?
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