Todos los partidos que han tenido acceso al poder también han sufrido el desgaste que provoca tomar malas decisión, pésimos resultados de gobierno y –no podía faltar– actos de corrupción.
Le ha pasado al PRI, al PAN, a MC, le pasó al PRD y otros partidos que ya perdieron su registro y le está pasando a Morena.
Pero llama la atención que en Morena no se den cuenta de que, al ser el partido ganador, se han convertido en un imán para personajes que entienden la política como una manera de enriquecerse, lo que abre la puerta a la corrupción.
Así, a los escándalos por las malas decisiones de los distintos gobiernos morenistas –desde el desabasto de medicinas hasta el cambio de nombres en calles mexiquenses–, se suman las denuncias por presuntas corruptelas, que curiosamente vienen de parte de los mismos morenistas.
Ahora toca el turno a las denuncias que se han hecho en contra del exgobernador de Morelos y exfutbolista Cuauhtémoc Blanco, quien desde su arribo a la gubernatura acumuló denuncias en su contra tanto por irregularidades como por nepotismo.
Y los denunciantes son parte del partido que llevó a Blanco a la Cámara de Diputados.
Primero, la actual gobernadora, Margarita González Saravia, apoyó la entrega por parte de su consejero jurídico de una denuncia por presuntas irregularidades en la administración anterior, acerca de los cual en el boletín del gobierno estatal se da cuenta que «el consejero Jurídico del Gobierno de Morelos, Edgar Antonio Maldonado Ceballos, acompañado de integrantes del gabinete, acudió a la Fiscalía Especializada en Combate a la Corrupción para hacer entrega formal de cuatro denuncias por presuntas irregularidades en la administración pública durante el periodo 2018-2024, que involucran un monto superior a los 40 millones de pesos».
Más tarde, el diputado morenista Erick Hugo Flores denunció a su también compañero de bancada en entrevista con Latinus, en la cual se refirió a Blanco como alguien que no es congruente con lo que se dice en los discursos de los morenistas: “si el ideario era no robar, no robar y no traicionar, pues Cuauhtémoc hizo justamente lo contrario: robar y traicionar mucho y mentir todos los días”.
El diputado señaló que durante el gobierno del exfutbolista «se veían licitaciones, negocios y concesiones, era otra la dinámica, ni siquiera había gobierno”, así como que “acá en Morelos hubiera habido una promoción de carácter económico, pero no hubo nada, aquí lo que hubo fue un saqueo a las arcas públicas de manera abierta, fui testigo presencial de que ahí no se gobernaba”.
Así, Morena tiene una tarea titánica para combatir la corrupción… pero entre sus propios militantes quienes hoy en día son los que más denuncias acumulan.
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