Tan sólo en lo que llevamos del sexenio, que inició en octubre pasado, Morena ha recibido a dos experredistas, dos expanistas y una expriísta, algo que sería parte de la dinámica de los integrantes de nuestra clase política, pero que en realidad lo que muestra es que la verdadera ideología de este partido es la hipocracia, porque han criticado, señalado y culpado tanto al PRIAN parece que su verdadera motivación es la envidia.
Y es que luego de señalar al PRIAN como el culpable de todos los males que sufre nuestro país, de calificarlos como corruptos y decir que el neoliberalismo sólo produjo pobreza, no se entiende que ahora acepte en sus filas a los integrantes de esos partidos que tanto criticó.
En días recientes nos enteramos que la gobernadora de Campeche, Layda Sansores, tiene como nuevo secretario de Desarrollo Económico a Jorge Luis Lavalle, uno de los inculpados en el caso Odebrecht y representante de esa corrupción que tanto se criticó; también la 4T dio empleo al expanista Gonzalo Espina, anteriormente parte del grupo que domina al panismo en la capital y que es señalado por temas como el cártel inmobiliario.
Y que decir de la versión de que el actual gobierno federal contratará al exsecretario de Hacienda con Peña Nieto, Luis Videgaray, para que ayude en la revisión del T-MEC.
Además, también aceptaron a Cynthia López Castro, expriísta que renunció a su partido por diferencias con el actual dirigente tricolor.
Y que decir de la nueva joya morenista en el Senado que es defendido hasta a golpes por el coordinador Adán Augusto López, nos referimos a Miguel Ángel Yunes, de quien su suplente, su señor padre, se cansó de insultar a López Obrador, pero eso no fue obstáculo para que lo aceptaran.
Caso similar es el del expanista Javier Corral, quien llamó a Morena una secta y a su líder lo calificó de distintas maneras.
Otra ofensa que no importó para aceptarla en la 4T fue la que cometió Gabriela Cuevas, ahora representante del gobierno federal en la organización del Mundial de fútbol de 2026, quien pagó la fianza de López Obrador para que no fuera a la cárcel en el episodio del desafuero.
Es difícil creer que si el PRIAN, y sus miembros, es culpable de toda la pobreza, la corrupción y otros males que aquejan al país sean aceptados en Morena si es el partido que busca renovar a México –de ahí su nombre–, pero la realidad indica que esas críticas son puro discurso.
Otros distinguidos integrantes del PRIAN que ya están, o han estado, en Morena son Manuel Espino, Cruz Pérez Cuellas, Paula Soto, Fadlala Akabani, Ricardo Sheffield, Joaquín Díaz Mena, Luis Fernando Salazar, José María Martínez, Rommel Pacheco, Patricia Armendáriz, Claudia Delgadillo, Alejandro Armenta, Juan Salgado Brito, Julio Menchaca, Alfonso Durazo, Marina del Pilar Ávila, Américo Villareal Anaya, Layda Sansores, Alma Alcaraz, Raúl Paz, Jorge Carlos Ramírez Marín, Verónica Camino Farjat, Miguel Ángel Navarro, Lorena Cuéllar, Manuel Barttlet, Ricardo Monreal, Germán Martínez Cázares, Miguel Ángel Chico Herrera, Tatiana Clouthier, José Chedraui, Hannah De Lamadrid, Ignacio Mier, Xavier Nava, Víctor Fuentes Solís, Jesús Cantú, Eleazar Molina Pérez, Claudia Pavlovich, Carlos Miguel Aysa González, Quirino Ordaz Coppel, Alejandro Murat, Maki Ortíz Domínguez, Clara Luz Flores, Armando Guadiana Tijerina, Evaristo Hernández Cruz, Estebán Moctezuma, Marcelo Ebrard, Adán Augusto López Hernández, Julieta Villalpando, Antonio Echevarría, Jorge Ramos Hernández, Nuvia Mayorga, Felix Salgado Macedonio, Irma Leticia González Sánchez, Napoleón Gómez Urrutia, José María Tapia Franco, Alejandra del Moral y, por supuesto, Andrés Manuel López Obrador, entre muchos más exmilitantes del PRIAN.
There is no ads to display, Please add some