Todos saben quién es el Mesías. No requiere presentación.
Pero lo que pocos conocen es la recopilación de algunos de sus más sonados milagros; verdaderas joyas de lo sobrenatural.
Y está claro que una vez que el mundo se entere de los siguientes milagros, seguramente el Mesías será llevado a la santidad. ¿Lo dudan?
1.- Desaparecer la realidad. No, el siguiente milagro no se produjo en Judea. Fue en Iguala donde el Mesías hizo el mayor de los milagros. Impuso como alcalde a José Luis Abarca. A su vez, Abarca y su mafiosa familia —vinculados a Guerreros Unidos—, ordenaron el crimen de Los 43. Pero a los ojos, oídos y conciencias de muchos mexicanos esa realidad —exhibida en fotos y videos— no existe más. ¿Por qué? Porque el Mesías ordenó culpar del crimen de Iguala al Estado. Y la borregada culpó al Estado.
2.- Purificar a los impuros. En aquellos días, el Mesías dijo a su iglesia: «Todo el que está en el PRI, pero se arrepiente de todo lo que hizo mal y decide pasarse a Morena, puede ser perdonado. Al momento que se sale del PRI se limpió». Y perdonó a cientos.
3.- Revivir a los muertos. Entonces, el Mesías dijo a Marcelo (y a René y a Manuel y a Arturo) levántate y anda. Y Ebrard se levantó de entre los muertos y adoró al Mesías (y también Bejarano y Bartlett y Núñez).
4.- Multiplicar los panes. Corría el año 2006 cuando el Mesías renunció al último trabajo conocido: el GDF. Han pasado 10 años y sigue sin trabajar. ¿De qué vive? Preguntan. Nadie sabe. El Mesías hizo realidad la multiplicación de los panes, los peces, viajes, universidades de los hijos, guaruras y ropa de marca… ¡Bendito sea el Mesías!
5.- Calmó (y evadió) la tempestad. Entonces la multitud gritó: «¿Cómo pagó los segundos pisos? ¿Qué pasó con los videoescándalos? ¿Cuál es su relación con la CNTE? ¿Por qué se alió con el PRI podrido de Javier Duarte?». Y en medio de bendiciones, el Mesías respondió a la multitud: «Es un complot».
6.- El sermón de la montaña (engañabobos). Con pocos meses de existencia, la Morena del Mesías logró triunfos en la mitad de las delegaciones de la CdMx. Y en junio próximo, Morena podría quedar en segundo lugar en al menos cinco estados, de las 12 entidades en contienda. Cada pueblo tiene al Mesías que merece.
7.- Reconstruyó el templo en tres días. Entonces el Mesías dijo a sus seguidores: «Destruid el templo y lo reconstruiré en tres días». Y así fue. Del PRD —que todo le dio— poco queda. Y los cimientos, paredes, techos y votos amarillos están ahora en el templo de Morena.
8.- Resucitó a la tercera elección. Luego de dos vía crucis dolorosos —en 2006 y 2012—, que terminaron cuando fue crucificado en las urnas, el Mesías resucitó para 2018. Dueño de millones de spots, grita que lo quieren fuera y que le robarán de nuevo. Luego juzgará a vivos y muertos por pecadores y por ser parte de «la mafia del poder».
9.- Lo negaron tres veces. Ya Los Chuchos, ya Arturo Núñez, ya Graco Ramírez —y muchos otros feligreses—, que aplaudían a rabiar al Mesías y que hoy, aseguran, es un peligro para México.
10.- Extendió su iglesia por los siglos. Fue así que, de milagro en milagro, el Mesías construyó una iglesia sobre las ruinas de la que fue su casa. Nunca quiso a la izquierda —y tampoco la entendió—, pero aprendió a vivir de lo que regala esa rentable tendencia política.
¿Y qué dicen los feligreses sobre la brutal incongruencia del Mesías: bendecir con la izquierda, pero cobrar con la derecha?
Los feligreses del Mesías no dicen nada; viven secuestrados por ese dogma de fe llamado López Obrador.
Al tiempo.
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