Guerrero no parece tener salvación partidista:
El PRI produjo la gubernatura de Rubén Figueroa Figueroa (1975-1981) y la gravísima liquidación de disidentes, luego el PRD superó al priísmo en criminalidad política con las gubernaturas de Zeferino Torreblanca (2005-2011) y Ángel Aguirre (2011-2014) y ahora el PAN trata de salvar a Torreblanca para hacerlo candidato a la alcaldía de Acapulco a pesar de su negro-rojo expediente.
El periodista Oscar Mario Beteta acusó a Torreblanca de agresiones y amenazas de muerte por haber denunciado irregularidades en la atención del gobierno estatal de Guerrero por el manejo de fondos federales contra huracanes en el periodo 2010-2013. Los comentarios del periodista enfurecieron al ex gobernador y por eso lo atacó y amenazó delante de su familia en un restaurante del sur del DF el 10 de noviembre del año pasado. Beteta demandó al político en tribunales.
Sólo que ahora sale el PAN a operar la impunidad del ex gobernador perredista y hoy aspirante neopanista Torreblanca. En lugar de consignar el expediente de la amenaza al juzgado 7 del reclusorio sur, la encargada de la subprocuraduría de derechos humanos de la PGR, Eliana García Laguna, ha intervenido para darle carpetazo a la denuncia de Beteta y con ello salvar al político guerrerense de tener antecedentes penales para poder ser candidato del PAN.
Y aunque logre la impunidad en su amenaza contra un periodista, de todos modos Torreblanca no se salva de lucir su expediente de represión en Guerrero que el PAN ha decidido ignorar con tal de llevarlo como candidato a la alcaldía de Acapulco:
–Torreblanca fue señalado por un policía ministerial de haber dado la orden de asesinar al dirigente perredista en Guerrero, Armando Chavarría, en el 2009.
–Como gobernador, Torreblanca se enfureció con Chavarría por las críticas que le hizo desde el cargo de presidente de la Cámara de Diputados local. Chavarría afirmó que con Torreblanca, Guerrero había retrocedido treinta años en derechos humanos para equipararse con el gobierno de Figueroa en nivel de represión a disidentes.
–En represalia, Torreblanca le quitó a Chavarría la escolta de cuatro guardias que legalmente le correspondían como ex secretario de gobierno; días después de perder a sus escoltas, Chavarría fue asesinado.
–En el 2009, año del asesinato de Chavarría, habían asesinado 25 perredistas en todo el país, pero 20 fueron de Guerrero donde gobernaba Torreblanca como perredista.
–Hacia finales del sexenio de Torreblanca, la procuraduría local extravió el expediente de investigación del asesinato de Chavarría.
–Torreblanca ha sido el gobernador guerrerense que más ha reprimido a la Normal de Ayotzinapa y que más normalistas ha encarcelado.
–En el 2007 cuatro escoltas de los hijos del entonces gobernador mexiquense Enrique Peña Nieto fueron acribillados en Acapulco.
–Durante la gestión de Torreblanca atacaron la redacción del periódico crítico El Sur.
En este contexto, las agresiones y amenazas de Torreblanca contra el periodista Oscar Mario Beteta en noviembre pasado venían acompañadas de una conducta criminal del ex gobernante guerrerense. Pero ahora Torreblanca tiene el apoyo político del PAN para investirlo de impunidad como candidato a la alcaldía de Acapulco y lograr fuero si gana, pero justo en el momento en que crecen las agresiones contra periodistas en México.
Al apoyo político que tuvo Torreblanca del PRD para evitar acusaciones de asesinatos de perredistas durante su gestión como gobernador perredista de Guerrero, se suma ahora el apoyo del PAN a Torreblanca como su candidato a una alcaldía a pesar de su perfil de violencia política.
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