La corrupción no es monopolio del PRI.
El fracaso y la frustración que se vive en el Ejecutivo Federal es evidente. No son los recortes, ni son los factores internacionales. Tampoco son los gobiernos anteriores o los precios del petróleo. Es la incapacidad probada y la corrupción rampante que se vive en todos los pasillos de las secretarías.
La generación de priístas que llegó al gobierno con Peña Nieto, al igual que muchos de los que desde los gobiernos locales operan son muy distintos a los que vimos hasta Zedillo. Es una generación que ya se reconoce a sí misma a la suerte de los tiempos y sabe que pueden perder, otra vez, el gobierno. Ya no son aquellos que se sentían dueños del país, ni aquellos que se veían como parte inamovible del gobierno.
El momento político es complicado porque si bien México no estaba listo estructuralmente en el año 2000 para una transición completa, tampoco está listo hoy para combatir la rampante corrupción que se vive. Algunos ejemplos para entender el caso:
- La corrupción de hoy llega hasta la casa de la Primera Dama y del Presidente. La Casa Blanca es el ápex de la podredumbre del gobierno actual… en cualquier país medianamente civilizado ya se habría depuesto al presidente pero aquí fue más fácil intentar callar a Carmen Aristegui y que la bancada del PRI tanto en diputados como en senadores no permitieran que el Sistema Nacional Anticorrupción (que a penas se está construyendo) toque al presidente.
- La quiebra de PEMEX… Es un hecho que existe corrupción en PEMEX desde su creación, es evidente que existe incluso corrupción regulada e institucionalizada (con un contrato colectivo leonino) pero hoy no sólo es ahí, es en todas partes. Desde la compra de vehículos (que a PEMEX le cuesta el doble que a cualquier otra dependencia), la compra de empresas a sobreprecio y hasta el aumento del 300% en la nómina del corporativo que inventó direcciones y plazas para cubrir cuotas.
- La contratación de personas que no cumplen el perfil de las plazas. Uno de los aciertos del final del gobierno de Zedillo y sobre todo de los gobiernos de Fox y Calderón fue profesionalizar al servicio público. En teoría esa es una de las funciones de la Secretaría de la Función Pública. Esto sirve para dos cosas primordiales: Para dar cierta seguridad laboral a los servidores públicos de carrera y para que cada plaza exija un cierto tipo de preparación y nivel de estudios. Hoy en muchas secretarías vemos plazas que exigían un nivel de maestría ocupadas por personas que no acabaron la preparatoria. Los secretarios presionan para colocar a su gente y presionan a la Función Pública para que modifique los perfiles necesarios… aún así están lejos de alcanzar los mínimos y la mediocridad y el “amiguismo” han salido a flote…
- La colusión con empresas. El caso de OHL, el de privatizar carreteras de cuota que se construyeron con dinero público son un ejemplo emblemático… la compra de los televisores que regalaban, todos los contratos del gobierno para construcciones, rentas e incluso todos los proveedores de servicios menores saben que hay mucha corrupción en todo… para cambiar esto lo que se debe hacer es no sólo indiciar a los funcionaros corruptos sino incluir en la ley a los empresarios que se dejen corromper.
- Que Manlio Fabio Beltrones tenga que declarar primero “que no juzguen a Duarte en las urnas” y unos días después “Javier Duarte ha hecho su trabajo” dice mucho. En Veracruz tiene el PRI a uno de sus peores gobiernos; autoritario, asesino, enemigo de la libertad de expresión y de prensa… además de que en materia de gasto y transparencia es de los más corruptos del país. A mi gusto tenía mucho sentido que el PRI se deslindara pero al parecer cambió de rumbo y ahora lo van respaldar… pura complicidad; habrá que ver qué está en juego aquí.
- Van dos amenazas fuertes en lo que va del año que refieren al financiamiento de la campaña presidencial de Peña Nieto… por un lado el caso del robo de la década del ex gobernador Moreira y por otro las declaraciones de la hija de El Chapo… al primero lo han cuidado hasta allende las fronteras y a la segunda ya salió César Camacho a decir que son “absurdas” sus declaraciones.
Evidentemente la corrupción no es patrimonio ni monopolio del PRI, pero existen ciertos niveles que no se habían visto. Se pueden documentar casos de corrupción en todos los gobiernos y en todos los tiempos, pero en ninguno se ha visto lo que hoy vemos.
Ojalá que Peña Nieto se dé cuenta que le quedan menos de tres años y existe tanta molestia con su gobierno que desde hace dos meses se habla demasiado de la sucesión… un sistema anticorrupción fuerte que acabe con la impunidad no sería sólo en detrimento del PRI, sería en detrimento de todos los corruptos de todos los partidos y a favor de un México que con cambios muy sencillos sería infinitamente mejor.
There is no ads to display, Please add some