La declaración de Vicente Fox acerca del apoyo que recibe de su esposo Margarita Zavala, además de la polémica natural que originó significó un buen punto de arranque para abordar el tema de la familia en la política, y no nos referimos a los apoyos que debe recibir dicha institución, sino al hecho de que hay partidos y políticos a los que les gusta tanto la familia que o tienen varias o meten a toda la parentela al negocio… perdón, al gobierno o a la legislatura.
Negocios familiares
Si algo es claro, es que la relación entre familia y política es una que muestra las dos caras de muchos integrantes de los grupos gobernantes en el país. Como señalamos en una columna anterior, el nepotismo es algo que se critica mucho en el ámbito público pero que se ejerce cotidianamente en el privado.
Así, se aplaude el hecho de que un deportista apoye a sus hijos para que continúen con su legado en fútbol, lucha libre, boxeo u otros deportes; lo mismo que en el caso del mundo de la música o la actuación, en donde los descendientes de artistas famosos continúan la trayectoria de sus padres.
En política, no obstante, esto es criticable aunque hay quien empieza a tratar de hacer a un lado las críticas e impulsar a sus familiares a un puesto de elección.
La relación de parejas que han tenido una carrera política es amplia y abarca a todos los partidos, sin importar que luego esos mismos institutos políticos ataquen las pretensiones de quienes buscar participar en pareja o impulsar a sus hijos para que también se incorporen a la actividad pública.
En el PRD tenemos a Angélica de la Peña y a su esposo Jesús Ortega, lo mismo que a Dolores Padierna y René Bejarano; en el PAN, el exgobernador de Morelos, Marco Adame, vio como iniciaba su carrera como legisladora su esposa Margarita Alemán, caso similar –desde la década de los años 70– de Abel Vicencio Tovar, exdirigente nacional, y su esposa María Elena Álvarez; con el Verde se acabaría el espacio para hablar de los integrantes de la familia González Torres y descendientes que han participado en esta actividad; en el PRI basta mencionar a los hermanos Moreira y como llegaron al gobierno de Coahuila.
Ahora, la polémica está alimentada por las declaraciones de Vicente Fox con relación a las aspiraciones de Margarita Zavala para ser candidata presidencial, con el apoyo de otro expresidente –que además es su esposo–, Felipe Calderón.
Claro que las respuestas a los dichos del exgobernador de Guanajuato no se hicieron esperar, recordando cuando dejaba que su esposa, Marta Sahagún, se promoviera en busca de una candidatura gracias a una estructura paralela de comunicación a la que existía en Los Pinos. De hecho, la señora Sahagún se mostraba muy activa en este propósito que hasta provocó, en su momento, reacciones de protesta por este intento.
Otro político que también trató de impulsar a su esposa desde el cargo, fue Antonio Echevarría, cuando gobernaba como panista Nayarit, pero el primer intento fracaso, por lo que Martha García tuvo que esperar un sexenio para ser candidata. Ahora, en vísperas del proceso para renovar la gubernatura en dicho estado en 2017, ella está promoviendo a su hijo. Total, todo queda en familia.
Otro caso, es el del gobernador de Puebla, Rafael Moreno Valle, quien impulsó a su esposa, Martha Erika Alonso, primero en busca de una candidatura a diputada pero al ver frenado su deseo ayudó a que fuera secretaría general del comité estatal del PAN en la entidad. En fechas recientes se le ha mencionado –incluso en encuestas– como posible candidata para la gubernatura, en una elección que tendrá verificativo en 2018.
Y los ejemplos podrían seguir, pero con lo anterior queda demostrado que el hecho de que una esposa busque participar en la misma actividad que su marido, no es algo prohibido o que genere rechazo, por lo que las palabras del expresidente adquieren otra dimensión.
Si bien es cierto que tanto la familia Calderón Hinojosa como la familia Zavala Gómez del Campo tienen a varios de sus integrantes en el ámbito político, esto no es ilegal; sólo es cuestión de revisar las fechas de su entrada a la vida pública para constatarlo.
Ahora bien, el problema no es que una persona impulse a sus familiares a ingresar a la política, sino la forma en que lo hacen. Margarita Zavala de Calderón tiene trayectoria propia y méritos suficientes para ganar el voto ciudadano sin necesidad que esto sea por ser la esposa de Felipe Calderón. La cosa cambia si el propio expresidente se cobrara favores o presionara a los militantes panistas –o a los ciudadanos– para que voten a favor de su esposa.
Vicente Fox puede opinar en el sentido que prefiera, pero habría que preguntarle si alguno de sus hijos logró ser contratado en conocida cadena de hoteles, en un puesto directivo, por sus méritos o por la relación familiar.
Y es que una cosa es criticar algo en los bueyes del compadre que en los propios. Cosas de tener una lengua larga y una memoria corta.
Del tintero
Recordando algo de las reacciones de los seguidores de Zavala Gómez del Campo, ahora se entiende porque se enojaban cuando alguien la mencionaba como Margarita de Calderón.
@AReyesVigueras
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