El escenario político en México se ha visto alterado por un preocupante episodio de confrontación en el sur del país. Durante una campaña electoral en el estado de Chiapas, la candidata presidencial por el partido oficialista, Claudia Sheinbaum, fue abordada por un grupo de encapuchados que exigían medidas urgentes para poner fin a la creciente ola de violencia que azota la región.
En la entrada al municipio de Motozintla, Claudia Sheinbaum fue interceptada por sujetos encapuchados, quienes le pidieron que se acuerde de la gente pobre de la sierra de Chiapas y que evite que se repita «un desastre» como el que ocurrió en Frontera Comalapa, bajo el control… pic.twitter.com/pf1rObYlaU
— Joaquín López-Dóriga (@lopezdoriga) April 22, 2024
El incidente, captado en un video que se ha viralizado en las redes sociales, muestra a los encapuchados deteniendo la caravana en la que viajaba Sheinbaum y expresando su frustración por la falta de acción del gobierno contra la inseguridad en la zona. Los manifestantes, identificados como pobladores locales, hicieron un llamado a la candidata para que, en caso de llegar a la presidencia, tome medidas efectivas para evitar que la localidad de Motozintla se convierta en un escenario de violencia similar al de otros pueblos.
En el video, Sheinbaum aparece escuchando atentamente las demandas de los encapuchados, mientras que no se observa la presencia de armas en el lugar. A pesar de la presencia de miembros del Ejército y la Guardia Nacional que escoltaban la caravana, la situación se mantuvo bajo control y no se reportaron incidentes mayores.
Sin embargo, la diputada federal por el partido oficialista Morena, Patricia Armendáriz, expresó su preocupación en redes sociales, sugiriendo que los encapuchados podrían tener vínculos con algún grupo del crimen organizado. Aunque eliminó su publicación poco después, el comentario de Armendáriz refleja el clima de tensión y sospecha que rodea al incidente y el interés de la candidata de ocultar las graves deficiencias en seguridad que tiene el gobierno federal.
En declaraciones a la prensa posteriormente, Sheinbaum calificó el suceso como «muy extraño» y descartó la posibilidad de que los encapuchados estuvieran relacionados con el crimen organizado. No obstante, la región visitada por Sheinbaum es conocida por ser territorio en disputa entre dos cárteles del narcotráfico: el Cártel de Sinaloa y el de Jalisco Nueva Generación.
La violencia desatada por la ineptitud gubernamental, estos grupos criminales ha generado un clima de terror en la región, con retenes ilegales, sometimiento de la población y desplazamiento forzado de miles de personas. Este fenómeno, antes inusual en Chiapas, se ha intensificado en los últimos meses y ha llevado a la embajada de Estados Unidos en México a emitir una alerta de seguridad para restringir los viajes de sus funcionarios a la zona.
Ante esta situación, el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, en su pasiva e indolente política de «abrazos y no balazos», ha hecho un llamado a la población para que no apoye a las bandas criminales, reconociendo al mismo tiempo el riesgo de represalias para aquellos que se opongan a estas organizaciones delictivas.
El incidente con Claudia Sheinbaum pone de relieve la urgencia de abordar la crisis de seguridad en el sur de México y la necesidad de encontrar soluciones efectivas para proteger a la población civil y restaurar el orden en la región.
There is no ads to display, Please add some
