El reacomodo ideológico actual

0
14

México atraviesa tiempos de reacomodos ideológicos. Los antiguos partidos mayoritarios del sistema político nacional buscan redefinirse de cara a las próximas citas electorales, en medio de una de las crisis más agudas de su historia.

El caso del PRI es ilustrativo. Tras su expulsión de la Internacional Socialista —acusado de aliarse a la derecha—, el partido intenta reubicarse en el escenario político. Busca distanciarse de la izquierda para presentarse ante el electorado como una opción de centro, con el objetivo de captar a los votantes descontentos con Morena.

El pasado sábado 6 de diciembre, el dirigente nacional tricolor, Alejandro Alito Moreno, pronunció un discurso contundente contra el oficialismo: «Si nosotros las y los priistas no defendemos las instituciones, nadie lo va a hacer. Si no ponemos orden, si no levantamos la voz con firmeza, el régimen vil y corrupto de Morena seguirá aprovechándose del silencio de las y los mexicanos».

Es evidente la intención del PRI de atraer el voto de castigo contra Morena. Su salida de la Internacional Socialista podría servirle para redefinirse ideológicamente, además de permitirle recurrir a un discurso que coincida con la percepción crítica que muchos ciudadanos tienen del actual partido en el poder.

-Publicidad-

Por su parte, el PAN —con su lema «patria, familia, libertad»— se desplaza hacia la derecha. Este movimiento reconfigura el sistema de partidos y deja el espectro de centro e izquierda disponible para otras fuerzas políticas.

La apuesta de Acción Nacional busca, por un lado, recuperar a sus votantes tradicionales: ciudadanos afines a la doctrina social de la Iglesia y a valores religiosos. El objetivo es consolidar una base electoral que le permita crecer entre los indecisos y los desencantados con los gobiernos morenistas.

Asimismo, busca apropiarse de la derecha en el espectro político-ideológico. Este es un sector que el Partido Verde abandonó tras su alianza con Morena, y que enfrenta la competencia de iniciativas político-partidistas como la encabezada por Eduardo Verástegui, quien podría disputarle el electorado que coincide con dicha corriente de pensamiento.

Aunque la heterogeneidad de su militancia dificulta definir ideológicamente a Morena, la ciudadanía lo percibe mayoritariamente como un partido de izquierda. La presencia de expriistas y expanistas, sumada a ciertas acciones de gobierno, complica la clasificación de esta fuerza política; no obstante, se le ubica en esa tendencia, una descripción que resulta forzada.

Movimiento Ciudadano se perfila como el referente socialdemócrata en el país. Esto podría favorecer su crecimiento entre sectores que rechazan el extremismo de una izquierda populista —como la atribuida a Morena— y que buscan una opción progresista con ideas probadas en otras latitudes.

Respecto a los nuevos partidos que se sumarán al concierto político el próximo año, habrá que esperar para conocer sus propuestas y su alineación en el espectro. Por lo pronto, el Partido Verde y el PT insisten en los programas sociales para capitalizar sus beneficios.

Finalmente, cabe preguntarse si la clasificación izquierda-derecha realmente ayuda a los electores a definir su voto.

Deja un comentario