Considerando que las campañas electorales tienen un componente mercadológico importante, los partidos dirigirán sus mensajes privilegiando a públicos en específico, en la búsqueda que los indecisos den su voto para ganar la elección. En el caso del Partido Acción Nacional, se tiene la imagen de votantes de corte conservador, pero el propio instituto político busca ciudadanos con otras características.
Públicos panistas
Para el PAN, el perfil del votante más alejado de la intención del voto por el blanquiazul está compuesto por personas de clase baja, mayores de edad y habitantes de áreas urbanas; dicho sector simpatiza más con posiciones que pueden calificarse como de izquierda. Por el contrario, el más proclive a dar su sufragio al panismo, es el compuesto por aquellos ciudadanos que piensan que la economía, el crimen, la educación, la violencia y las drogas son los temas mas importantes en el país.
El votante panista es predominantemente urbano, de más de 25 años de edad, de clase media y alta, autoidentificado con la derecha y con preocupaciones enfocadas en asuntos como inseguridad, salud y economía.
De hecho, lo anterior explica la estrategia del Partido en fechas recientes, en las que a través de su presidente nacional, Gustavo Madero, se ha hecho énfasis en la mala situación económica y en materia de seguridad por la que atraviesa el país.
Por esto, el PAN estaría basando su campaña federal en los temas citados en los párrafos anteriores. Que el vocero principal sea Madero Muñoz habla de que se busca posicionar también al muy probable coordinador de los futuros diputados de la LXIII Legislatura y, adicional, con miras a 2018.
Otras características del posible votante por el PAN es su idea de que los impuestos son muy altos, además de darle mucha importancia a aspectos como herencia o religión. De igual forma, Acción Nacional buscará presumir, porque saben que hay ciudadanos que reconocen esto como logros, programas para la reducción de la pobreza y el Seguro Popular.
En el caso de los jóvenes, en particular el segmento de 18 a 24 años, su motivación para acudir a las urnas pasa por temas como empleo, corrupción, inseguridad y salud.
Un tema queda claro a los estrategas panistas, los mensajes negativos sobre la forma en que manejó la economía, combate a la pobreza y generación de empleos en el sexenio pasado alejarán las simpatías de los electores. Pero también saben que, en el caso del PRI, las menciones sobre la corrupción y presuntas negociaciones con narcotraficantes son el camino a seguir para alejarle intenciones de voto.
Es muy probable que las expectativas ciudadanas se muevan en dirección a favorecer a los partidos que generen confianza en temas como reducir la violencia, mejorar la economía nacional y crear empleos.
Los candidatos
Pero la estrategia no estará completa sin la participación de los candidatos. Son ellos quienes van a contribuir para que la estrategia nacional, basada en gran medida a través de medios masivos, tenga éxito. En este sentido, el PAN apuesta por abanderados surgidos del seno de los diferentes grupos que controlan al Partido, no a personalidades con fama o carisma para competir en las urnas.
Cómo es evidente, el desprestigio de los partidos obliga al electorado a fijarse más y a detalle, en los representantes postulados. Este rubro será, sin duda, el que se aproveche para las campañas negativas, pues los trapitos al sol que les saquen a los candidatos serán parte de la contienda. Qué tanto influirán las revelaciones sobre supuestos actos de corrupción, irregularidades o relaciones cuestionables en el votante, tras conocer lo difundido en medios y redes sociales, es la pregunta que muchos se hacen.
Si bien la ecuación de la democracia tiene a candidatos y partidos en una parte importante, el votante también debe ser puesto bajo la lupa, en particular luego de ver a personajes como Hilario Ramírez Villanueva, mejor conocido como Layin, ser elegidos tras reconocer que robaron, aunque sea “poquito”, pues eso indica que el ciudadano no analiza las distintas opciones.
Muchos se quejan por el bajo nivel de la política en el país o los actos de corrupción, pero olvidan que varios de los acusados llegaron a cierta posición gracias al sufragio, situación que se pudo evitar si el votante se hubiera dado tiempo en revisar lo que ofrecen partidos y candidatos.
Migajas
José Ureña detalló, en su columna, la discusión que al interior del PAN se realizó entre quienes proponían iniciar una campaña negativa en contra el PRI y de Peña Nieto, y quienes se oponían bajo el argumento de que eso equivalía a hacerle el trabajo sucio a López Obrador.
En donde está fallando la estrategia es en el Distrito Federal, pues las perspectivas del PAN siguen siendo negativas, como refiere Manuel López San Martín en su columna de La Razón
Y a la guerra de “Memes” que se inició con el arranque de la campaña electoral federal, ahora se suma una guerra por los derechos de autor de las frases. El PAN acusó al PRI del plagio del que es el lema de la campaña blanquiazul: “A Poco No”.
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