Un estudio exhaustivo de la Fundación Gabo sobre los «desiertos de noticias locales» en cinco países latinoamericanos (Argentina, Chile, Colombia, México y Perú), inspirado por una investigación previa en Argentina, revela una crisis estructural del periodismo local, donde la mayoría de las comunidades viven en entornos con periodismo restringido o precario, evidenciado por modelos de negocio frágiles, alta dependencia de la financiación pública y condiciones laborales inestables. Además, se documentan amenazas digitales y directas contra la prensa, baja representación de mujeres y grupos diversos en las redacciones, y en Colombia, la normalización de la censura y autocensura debido a la injerencia de grupos armados ilegales. En general, el panorama muestra desafíos significativos para la sostenibilidad, independencia y diversidad del periodismo local en la región.
El caso mexicano
En México, los periodistas enfrentan una serie de retos estructurales significativos que afectan la calidad, independencia y seguridad del periodismo local, según el estudio de la Fundación Gabo.
A continuación, se describen los principales desafíos:
- Predominio de ecosistemas áridos: El estudio revela una crisis estructural, con el 69% del territorio mexicano clasificado como desierto o semidesierto informativo. Esto significa que la mayoría de las comunidades vive en contextos donde el periodismo está restringido, no se ha consolidado de forma estable o enfrenta condiciones precarias. Los bosques de noticias, donde existen condiciones razonables para el periodismo profesional, apenas alcanzan el 13,7% del territorio en México.
- Modelo financiero frágil y dependiente:
- El ecosistema mexicano está altamente expuesto a fuentes institucionales y comerciales que pueden condicionar la autonomía editorial.
- Las formas de financiamiento más frecuentes son frágiles desde el punto de vista de la independencia.
- El 45% de los medios (382 proyectos) declara ingresos por contenidos patrocinados y/o publirreportajes.
- El 34% (292 proyectos) recibe financiación pública.
- El 34% (286 proyectos) reporta ingresos por pauta de venta directa.
- Las fuentes de ingresos provenientes de la audiencia (suscripciones, donaciones, membresías) siguen siendo minoritarias.
- Alta dependencia y opacidad en la relación con el sector público:
- El 34% de los medios (292 de 849) indica que el 50% o más de sus ingresos proviene de financiación pública.
- Existe una gran opacidad financiera, ya que el 38% (322 medios) opta por «No sabe / No contesta» sobre el origen de sus ingresos públicos, lo que dificulta evaluar su independencia.
- Esta combinación de alta dependencia y opacidad coincide con una cobertura limitada de temas de fiscalización del poder. «Investigación y vigilancia del poder» fue la temática menos seleccionada, cubierta solo por el 36% de los medios (309 de 849).
- Precariedad laboral estructural:
- Aunque el 33,5% de los proyectos (284 de 849) ofrece contratos indefinidos, una proporción relativamente alta en comparación con otros países estudiados, el resto del ecosistema se basa en modalidades inestables.
- Las formas de vinculación menos seguras incluyen el trabajo independiente (21,8%), contratos por piezas o producciones (15,2%), comisiones por venta de publicidad (12,1%), empleo informal (12,0%) y trabajo voluntario no remunerado (10,7%).
- Esta precariedad limita la capacidad de hacer periodismo de profundidad y expone a los periodistas a presiones externas, censura y autocensura.
- Amenazas digitales y directas, y alta violencia:
- México combina la mayor opacidad en la declaración de agresiones (34% prefiere no responder) con niveles preocupantes en todas las categorías de amenazas.
- El 18% de los medios reporta amenazas digitales.
- El 15% reporta amenazas directas.
- Las presiones gubernamentales (14%) y económicas (9%) son significativas, superando en reportes a la influencia del crimen organizado (6,1%).
- Un alarmante 5,5% de los medios (47 proyectos) reportó agresiones físicas graves durante 2024, confirmando que la violencia contra periodistas pone en peligro sus vidas.
- Publicación mayoritariamente en Facebook y sitios web:
- Facebook es la plataforma de publicación más extendida, utilizada por el 90% de los medios.
- El 64% de los medios mantiene un sitio web propio.
- La radio sigue siendo una plataforma importante para el 19% de los proyectos.
- Poca representación diversa en las redacciones:
- Los equipos periodísticos son reducidos, con un promedio de 7,2 periodistas por proyecto.
- La participación femenina alcanza el 45% del total de periodistas, siendo la más alta entre los países estudiados.
- Sin embargo, la representación de grupos históricamente marginados (pueblos indígenas, afrodescendientes, migrantes, personas LGBTQIA+, minorías religiosas y personas con discapacidad) aparece en menos del 20% de los proyectos.
- La subrepresentación indígena es notable (9,7%), a pesar de tener una gran población originaria.
- Una proporción considerable de medios, el 29,7%, elige «Prefiero no responder» cuando se pregunta por la representación de grupos diversos, lo que indica opacidad en este aspecto.
Conclusión
La principal conclusión de este estudio, realizado por la Fundación Gabo en cinco países de América Latina, incluyendo México, es que existe una crisis estructural generalizada en el periodismo local.
Esta crisis se manifiesta en los siguientes puntos clave:
- Predominio de ecosistemas áridos: En los cuatro países analizados (Argentina, Chile, México y Perú), los ecosistemas áridos (desiertos y semidesiertos informativos) superan el 65% del territorio. Esto significa que la mayoría de las comunidades vive en contextos donde el periodismo está restringido, no se ha consolidado de forma estable o enfrenta condiciones precarias para su ejercicio. Los «bosques de noticias», que son lugares con condiciones razonables para el periodismo profesional, son una excepción y no superan el 14% del territorio en ninguno de los países estudiados.
- Aridez multifacética: Esta «aridez» no solo se refiere a la ausencia de medios, sino que también se expresa en modelos de negocio frágiles, una alta dependencia de recursos públicos, formas de vinculación laboral que no aportan seguridad a los periodistas, y la presencia de censura, autocensura y riesgos para la seguridad de los comunicadores. La existencia de medios por sí sola no garantiza un ecosistema saludable, ya que muchos operan con recursos mínimos, sin independencia ni sostenibilidad.
En resumen, el estudio concluye que el periodismo local en la región enfrenta desafíos sistémicos que comprometen su capacidad para informar eficazmente a las comunidades y actuar como contrapeso democrático.
Puede consultar el estudio en este enlace.
There is no ads to display, Please add some