Con la sentencia emitida por un tribunal de Miami contra el ex Secretario de Seguridad Pública, Genaro García Luna y su esposa, Linda Cristina Pereyra, condenándolos a resarcir el daño patrimonial a las finanzas públicas del país por 2 mil 500 millones de dólares, producto de ilegales contratos otorgados a diversas empresas privadas, el círculo contra el ex presidente Felipe Calderón Hinojosa, se va cerrando y ni escondiéndose bajo las piedras de España u otro país, podría evitar que tarde o temprano sea llamado a cuentas por la escandalosa corrupción registrada en su gobierno.
El nuevo fallo viene a comprobar el por qué mientras el país se desangraba por el fracaso total de la guerra contra el narco y se reprimía con la fuerza del Estado a la clase trabajadora, García Luna se llenaba los bolsillos de dinero malhabido, al recibir dinero de cárteles a los que brindó protección y de empresarios a los que prácticamente extorsionó con la entrega de importantes sumas de dinero en efectivo, lo mismo que de costos bienes inmuebles y otras propiedades.
En la pestilente cloaca destapada por las autoridades de Miami, se ha comprobado que a la par de que García Luna ejecutaba las órdenes de Calderón Hinojosa, sacando a punta de metralleta a los trabajadores del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME), la madrugada del 11 de octubre del 2009, para extinguir a la empresa pública, Luz y Fuerza del Centro, para iniciar el desmantelamiento de la industria eléctrica nacional a favor de trasnacionales, se daba tiempo para cobrar sobornos de hasta 255 millones de dólares a empresas como Nunvav.
Sentados en el banquillo de la justicia norteamericana, los propietarios de esta firma, Samuel Weinberg, su hijo Alexis Weinberg y un capitán de israelí, Natan Wancier, su socio , han terminado por jalar de la soga del ex funcionario, a cambio de no ser enviados a prisión, detallando la forma en que, de febrero del 2009 a hasta julio del 2012, García Luna les adjudicó diez contratos millonarios a cambio de jugosos “moches”.
Con estos y otros tantos testimonios, va quedando en claro que el ex policía no solo recibió millonarias cantidades del crimen organizado, razón por la que fue sentenciado a 38 años de prisión en una corte de Nueva York, y sobre cuyos cargos Calderón Hinojosa ha dicho cínicamente no haber conocido del tema.
Ahora que las acusaciones brincan del tema penal al de la malversación de fondos públicos en cantidades que suponen uno de los mega fraudes más grandes en la historia del país; Felipe Calderón, no podrá evitar el afrontar su responsabilidad directa en su carácter de Jefe del Ejecutivo.
Para el ex presidente y otros tantos personajes, el asunto los ubica directamente como copartícipes y, para su desgracia, se antoja muy difícil que los miembros del nuevo Poder Judicial que emergerán tras la elección de este primero de junio, les brinden la impunidad de que gozaron en el pasado, cuando muchos ministros, magistrados y jueces les debían el cargo.
Como lo mencionó la Presidenta Claudia Sheinbaum, la cantidad que deberá devolver el ex funcionario y su esposa de 2 mil 500 millones de dólares, unos 48 mil millones de pesos, es tan grande que representa el costo anual del Programa de Pensión Mujeres Bienestar. De ése tamaño el robo cometido al pueblo de México y del que sencillamente se antoja imposible de creer que Calderón Hinojosa no estuviera enterado.
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