Brexit: los arrepentimientos

0
476

La mentalidad insular de los ingleses ha marcado desde siempre una diferencia con los pueblos del continente europeo. A lo largo de su historia ha sido su fuerza. Ahora, empero, resultó su lastre. Terminada la etapa de ligas dinásticas que la ataban a territorios continentales, Inglaterra decidió convertir su insularidad en ventaja. Sustrayéndose de los conflictos “europeos” dedicó su atención a su pequeña isla protegida por el mar mientras los países continentales se desgastaban en costosas guerras. Marcar la distinción de lo británico respecto de lo continental ha sido una constante de su historia.

Dedicados a desarrollar su marina, la bandera británica dominó todos los mares del mundo sembrando una estructura colonial tan extensa como la de la España de los Habsburgos. Primero a través de tratados comerciales, respaldados con milicias propias o mercenarias, Inglaterra conquistó reinos, principados  y señoríos asiáticos y africanos que acabaron por hacerlos aliados o tributarios. El imperio británico, en el que tampoco se ponía el sol, duró hasta la mitad del siglo XX.

Pasadas las dos feroces guerras mundiales del siglo XX la Gran Bretaña  quedó en segundo o tercer rango como potencia mundial. La adhesión a la Comunidad Económica Europea significó un inevitable contraste a sus  costumbres y modos de vida, cultivados en los paisajes provincianos del interior de la isla, con maneras de pensar y ver la vida acomodados en la tranquilidad de sentir que la mejor respuesta a opciones extranjeras donde todo se hace conflicto es el horizonte propio.

-Publicidad-

A tan apacible visión ajena a interferencias extranjeras prevaleciente en el interior del país había que sumar, en contraste, la creciente inconformidad de las clases trabajadoras de sacrificados niveles de vida por la recesión internacional que se agudiza en los años más recientes.

Hoy día la reducción de actividades económicas, las violencias musulmanas, las huelgas y paros, el repentino reto de la migración del Oriente Medio que tan difícilmente se detiene en Calais. El rechazo popular, azuzado en campañas políticas encontró fácil canalización a las reglas comunitarias impuestas por las instituciones europeas desde Bruselas.

La consulta del 5 de junio se anunciaba crítica pero, tomando en cuenta las ventajas de formar parte de la Unión Europea, el resultado de la consulta se esperaba hasta los últimos momentos a favor de los que favorecían mantenerse en la Unión Europea y las imponderables consecuencias negativas de desligarse de ella. El ajustado triunfo del Brexit sorprendió a todos.

La juventud inglesa, privada ahora de la amplitud de vida que la UE puede ofrecer, fue el sector más lastimado por la decisión tomada por electores insensible a su futuro.

Transcurridos unos días se ha transparentado la serie de distorsiones sobre datos necesarios para decidir el dilema que se planteó a los electores. La contribución económica británica a las Comunidades Europeas y sobre su verdadero costo o la intensidad de la amenaza de la inmigración de turcos y de otros refugiados fueron asuntos que no estuvieron claramente definidos. 

Nada se dijo a los 17 millones que votaron por la salida de la UE del vacío que se provocaría con el abandono de las estructuras construidas paso a paso a lo largo de las décadas y en las que el Reino Unido era autor solidario en materias sociales, políticas y militares. Tampoco se aclaró el daño que se inflige al sistema financiero británico compuesto de miles de bancos y agencias especializadas que quedarán restringidos y de los númerosos casos de los  que se irán a instalar en el continente.  Son más de cuatro millones de británicos que ya piden que se inhabiliten los efectos de la consulta.

La Gran Bretaña está en estado de transición, con un gobierno profundamente contrariado por un mandato incongruente. Los que sustrajeron a su país de las corrientes más dinámicas están cada vez menos ufanos a medida que pasan los días de su deficiente papel en un asunto dramáticamente crucial.

En momentos en que el escenario internacional se presenta más complicado,  la ausencia de Inglaterra tendrá graves consecuencias para todos.


There is no ads to display, Please add some

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí