Al menos 39 personas han muerto a manos de las fuerzas de seguridad en Sudán desde el golpe militar del 25 de octubre, 15 de las cuales, según informes, fueron asesinadas a tiros el miércoles, según el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos.
El jueves, Michelle Bachelet condenó los asesinatos y dijo que es «absolutamente vergonzoso» que se sigan utilizando munición real contra los manifestantes.
“Disparar contra grandes multitudes de manifestantes desarmados, dejando decenas de muertos y muchos más heridos, es deplorable, está claramente destinado a sofocar la expresión de la disidencia pública y equivale a graves violaciones del derecho internacional de los derechos humanos”, dijo.
Violencia contra manifestantes
Según fuentes médicas confiables, más de 100 personas resultaron heridas durante las protestas del miércoles en Jartum, Jartum-Bahri y Omdurman. De los heridos, 80 sufrieron heridas de bala en la parte superior del cuerpo y la cabeza.
También se utilizó mucho gas lacrimógeno.
Se informó de que se habían realizado detenciones antes, durante y después de las manifestaciones. La policía emitió un comunicado diciendo que 89 policías también habían resultado heridos.
A partir del mediodía, hora local, de ayer, el ejército impuso un cierre total de las comunicaciones telefónicas y móviles en todo el país, además del cierre continuo de los servicios de Internet, lo que aisló a Sudán del mundo. Sólo continuaron funcionando los enlaces por satélite.
La Sra. Bachelet explicó que las personas “no pueden llamar a las ambulancias para tratar a los manifestantes heridos, las familias no pueden verificar la seguridad de sus seres queridos y los hospitales no pueden comunicarse con los médicos debido a que las salas de emergencia se llenan, por nombrar solo algunos muy consecuencias reales y graves ”.
Para el Alto Comisionado, “los cortes generales de Internet y las telecomunicaciones violan los principios básicos de necesidad y proporcionalidad y contravienen el derecho internacional”.
Objetivos
Desde el golpe militar, los periodistas, en particular los que se perciben como críticos con las autoridades, han sido blanco de ataques.
Los periodistas han sido arrestados arbitrariamente, atacados mientras informaban y las fuerzas de seguridad allanaron sus casas y oficinas. También ha habido informes inquietantes sobre su intento de secuestro por parte de asaltantes armados vestidos de civil.
«Con los cierres de Internet, el papel de los periodistas en la difusión de información esencial sobre la situación actual es particularmente crucial, pero temo que el entorno cada vez más hostil contra ellos pueda conducir a la autocensura y amenazar aún más el pluralismo y la independencia de los medios», dijo el Alto. Dijo el comisionado.
Apelación
La señora Bachelet también instó a las autoridades a poner en libertad de inmediato a todos los detenidos por ejercer su derecho a la libertad de expresión y reunión pacífica, así como a todos los actores políticos detenidos.
Sostuvo que todos los miembros de las fuerzas de seguridad y los líderes políticos y militares responsables del uso innecesario y desproporcionado de la fuerza contra los manifestantes deben rendir cuentas de conformidad con el derecho internacional de los derechos humanos.
El Alto Comisionado también hizo hincapié en la necesidad de garantizar que los trabajadores de la salud no sean el objetivo de brindar atención médica a manifestantes heridos y que su trabajo esencial no se vea obstaculizado.
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