Apodos en la boleta: el circo electoral

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En Otro Canal

La elección de jueces y magistrados de junio próximo, además de sus múltiples irregularidades, nos está regalando un episodio más del circo electoral al que nuestra clase política nos quiere llevar.

La insistencia en utilizar apodos de parte de algunos candidatos es una muestra de que lo que se busca no es convencer al ciudadano para que vote por el mejor proyecto o propuesta, sino por el más popular.

 

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Recurso barato

Desde hace años, algunos candidatos buscan aprovechar la forma en que son conocidos en sus comunidades para hacer campaña, algo comprensible en casos como en los que alguien se llama Jesús, pero todos se refieren a él como Chucho, por lo que es comprensible que aparezca así en la boleta.

En algo más cercano al mundo del espectáculo, algunos políticos buscan utilizar esto para hacer más llamativas su campaña, pero haciendo que el electorado se confunda más.

Y es que, por citar un ejemplo, pocos conocían a Estephania Valdés antes de su campaña por la diputación correspondiente al distrito local XXI en Michoacán, candidatura a la que tuvo acceso luego de la muerte de su esposo José Manuel Mireles, por lo que aprovechó esto para presentarse ante el electorado como “Viuda de Mireles” en letras más grandes que su propio nombre.

Otro caso es el de la hija de Félix Salgado Macedonio, la actual gobernadora de Guerrero, Evelyn Salgado, quien en campaña utilizó un mote poco conocido que deriva del que se inventó su señor padre y que se aprovechó para, ante la imposibilidad de que éste fuera el candidato, ella lo utilizara en la campaña: Evelyn “La Torita” Salgado.

Pero es en el actual proceso electoral para elegir a los nuevos miembros del Poder Judicial en donde se han roto los límites, pues además de la “Ministra del Pueblo®” –que ya es marca registrada– de Lenia Batres, tenemos a mentes creativas que buscan esta salida para ganar algo de notoriedad.

Así que no fue sorpresa que en las solicitudes para aparecer en las boletas tuviéramos a un “Ángel de la Justicia”, además de otros apodos como «Ángel de la Justicia», «El defensor popular», «Magistrado del cambio», «El Magistrado del pueblo», «Abogado del pueblo», «Defensor del pueblo», «Juzgador de la nación» o «Juez del Pueblo».

También hubo quienes buscaban llegar a la boleta como “El Juez de AMLO” o el “Juez de la 4T”.

No sé si mis lectores estén de acuerdo con este tipo de recursos y consideren que en un país en el que los apodos abundan y se dan en todos los sectores sociales, es normal que también los candidatos aparezcan con uno, pero vamos, no imagino el inicio de una sesión de la Corte o un juzgado en donde el secretario anuncie la llegada de la “Ministra del Pueblo” o el “Ángel de la Justicia” y todos aplaudan, digo, porque será difícil aplaudir con una mano mientras la otra es utilizada en tratar de tapar una carcajada que este tipo de presentaciones provocaría.

Y si eso se da en una instancia judicial, tenemos que pensar en cómo permitimos que nuestras elecciones se convirtieran en un circo con todo y payasos incluidos.

X/TwitterThreads: @AReyesVigueras • BlueSky areyesvigueras.bsky.social


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