Lejos de acciones que demuestren que hay planes de gobierno, políticas públicas bien diseñadas y estrategias pensadas, el anterior y el actual gobierno federal todo lo quieren resolver con palabras, incluso cuando los efectos de sus errores son difíciles de esconder.
Con López Obrador, en sus mañaneras como instrumento de gobierno, sus declaraciones lo retrataron de cuerpo entero, como cuando rió por la noticia de que habían masacres en varios estados del país, como cuando dijo que la pandemia le caía como anillo al dedo incluyendo las miles de muertes provocadas por su mala planeación, o que gobernar no tenía ciencia… y tampoco resultados positivos en su caso.
Ahora con Claudia Sheinbaum tenemos más de lo mismo, pues si le preguntan lo que provocará la petición de varias provincias de Canadá de excluir a México por el T-MEC dirá que es un tema electoral, si le preguntan por las muertes en Querétaro dirá que sólo iban por uno, si el tema es la violencia en Sinaloa dirá que en Guanajuato hay más asesinatos y más recientemente a la crítica de José Narro, ex rector de la UNAM, de que las Universidades del Bienestar son un «fraude educativo» sólo se limitó a decir que «él fue el que llamó ‘ninis’ a los jóvenes».
En tanto, los homicidios continúan, el crecimiento económico del país es de los más bajos en décadas, se dio un recorte presupuestal en salud, educación y seguridad, pero nada de eso importa al grupo que agandalló el poder, pues su intención es retenerlo a cualquier precio.
There is no ads to display, Please add some
