En una corte federal de Nueva York, Genaro García Luna –exsecretario de Seguridad en el sexenio de Felipe Calderón– fue condenado a 38 años de cárcel, además de pagar una multa de 2 millones de dólares por encontrarlo culpable de delitos relacionados con el narcogtráfico.
«La sentencia dictada hoy contra de García Luna envía un mensaje claro a los líderes corruptos de todo el mundo que utilizan sus posiciones de poder para ayudar a los cárteles: ningún poder les protegerá de la justicia», señaló Anne Milgram, administradora de la
DEA, al conocer el fallo del juez.
La sentencia se da luego de que García Luna dio a conocer una carta en la que se reafirma inocente y pide el juez la condena mínima, petición que no fue atendida por la sentencia que le impuso.
En México, entre otras reacciones que se dieron luego del fallo, tenemos las declaraciones del senador y presidente nacional del PAN, Marko Cortés, quien pidió al expresidente Felipe Calderón que explique por qué invitó al gabinete a Genaro García Luna, como se dio el involucramiento del funcionario de su gabinete con el narco y si conocía de sus actividades.
Calderón responde
Sin mencionar al dirigente nacional panista, con quien tiene un conflicto personal de años, Felipe Calderón respondió sin dirigirse a alguien en específico a través de X (Twitter) que «1) Nunca tuve evidencia verificable que lo involucrara con actividades ilícitas, ni tampoco recibí información en ese sentido de agencias de inteligencia, mexicanas o extranjeras, que entonces confiaban en él e interactuaban con él; 2) No he tenido acceso a las evidencias ni a los testimonios que se presentaron en el juicio, pero soy hombre de leyes y respeto la acción de de los tribunales. Asumo que han actuado conforme a su leal saber y entender. Por lo mismo, soy partidario de que quien infrinja la ley debe asumir las consecuencias de sus actos».
Y de la estrategia recientemente presentada por la presidenta Claudia Sheinbaum, comentó: «El nuevo gobierno tiene la oportunidad de actuar eficazmente en defensa de las familias mexicanas. Puede fortalecer lo que se haya hecho bien, y corregir lo que se tenga que corregir, tanto de mi gobierno como de los que me sucedieron. Ojalá pueda convocar a una verdadera Política de Estado en materia de seguridad y justicia que, más allá de la polarización política, sume los esfuerzos de todos para derrotar al verdadero enemigo de México».
La sentencia reaviva el debate acerca de la cercanía de líderes de los cárteles del narcotráfico con políticos mexicanos, en momentos en que en distintas cortes judiciales de Estados Unidos están siendo juzgados Ismael El Mayo Zambada, Joaquín y Ovidio Guzmán Lopez y otros integrantes de los cárteles, quienes con sus testimonios y los de los testigos protegidos aportarána pruebas para nuevos juicios en contra de funcionarios de nuestro país.
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