Después de casi un par de meses de discusión, de manifestaciones, de sesiones de comisión hasta la madrugada, de argumentos encontrados y posiciones polarizadas la Reforma Laboral concluyó su paso por el legislativo y está lista para ser publicada.
Fue una de las dos primeras iniciativas preferentes, la más complicada por el contexto actual y por la realidad que planteó cambiar. En 42 años no hubo modificaciones sustantivas a la legislación laboral; más de 500 iniciativas, durante todo ese tiempo fueron rechazadas y eso se puede explicar de una manera muy sencilla.
Los intereses de las cúpulas sindicales históricamente han formado parte del PRI, su influencia llegó a ser tan grande que la opinión de líderes como Fidel Velázquez o la misma Elba Esther Gordillo marcaban las listas plurinominales del partido y hasta las sucesiones presidenciales. La Maestra todavía en el 2003 llegó a ser coordinadora de su grupo parlamentario en San Lázaro y se dice que buena parte de la victoria de Fox en el año 2000 fue debido a que después de la muerte de Fidel Velázquez no se pudo mantener el control en la CTM.
Todavía hoy el líder sindical de PEMEX es senador y las cuotas de los trabajadores y los maestros las sigue respetando el PRI para mantener cierta influencia sobre los sindicatos.
Los argumentos mencionados son tan relevantes que parte de los estatutos del PAN se sustentaron en no caer en esas prácticas. Mientras el PRI afiliaba a sus militantes de modo gremial sin siquiera observar la voluntad de los afiliados y haciendo militante “obligatorio” a todo trabajador sindicalizado, el PAN implementó la exigencia de que la afiliación fuese un acto individual y voluntario. Todavía es relativamente sencillo encontrar gente que tenga credencial del PRI porque fue maestro o porque estuvo en algún sindicato, vote o no por dicho partido.
Los cambios a la legislación no plantean sólo un cambio de organización laboral; plantean, de algún modo, el reflejo de un cambio de cultura.
La apertura de los sindicatos a la transparencia y a las elecciones libres y secretas puede ser uno de los hitos históricos contemporáneos. Es la posibilidad de que la democracia no sea exclusiva de la política y de las elecciones sino que sean las mayorías los que elijan a las cúpulas y que éstas estén legalmente obligadas a informar y rendir cuentas públicamente.
Faltan muchos temas para poder decir que tenemos un país realmente democrático: la democratización de los medios de comunicación, estándares mínimos de bienestar y de educación y la ciudadanización de la política son ejemplo de ello pero posiblemente el ejemplo más representativo era la opacidad sindical y eso ayer acabó de cambiar, cuando menos en la ley.
Habrá que seguir de cerca la implementación de la Reforma Laboral porque no será rápido ni sencillo que todos los cambios aprobados se vuelvan una realidad cotidiana.
México ayer ganó en dos aspectos fundamentales: el primero es una reforma que generará más de 400 mil empleos anuales, con más derechos laborales, menos discriminación y cambios sustantivos en materia de justicia laboral y sindicatos. El segundo es que se demostró que tanto los diputados como los senadores electos en 2012 pueden ponerse de acuerdo ponderando las coincidencias y la voluntad de llegar a acuerdos que beneficien a todos los mexicanos.
Iniciativa preferente; Reforma Laboral, ¡aprobada!
@JulioCastilloL
Tomado de La Silla Rota
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