Una nueva encuesta de Mitofsky revela que una amplia mayoría de la población mexicana está a favor de una reforma electoral, pero los consensos se rompen al analizar las propuestas específicas. El estudio, publicado el 25 de julio de 2024, destaca que el 68.8% de los mexicanos considera necesaria una nueva reforma electoral. Sin embargo, la polarización política se hace evidente en las propuestas concretas, donde hay puntos de fuerte acuerdo y otros que generan una marcada división.
La principal conclusión del sondeo es que la demanda de cambio es clara, pero el camino a seguir está lejos de ser unificado. El 56% de los mexicanos cree que el actual sistema electoral «funciona bien, pero se puede mejorar». Mientras tanto, el 26.6% opina que «funciona mal y se debe cambiar por uno completamente nuevo». En contraste, solo el 14% piensa que el sistema «funciona bien y no necesita cambios».
El Instituto Nacional Electoral (INE) se encuentra en el centro del debate, con opiniones divididas. Un 45.4% de los encuestados cree que el INE debería ser reformado, mientras que un 37.8% considera que debe mantenerse como está. Esta división se profundiza al preguntar por la forma de elegir a sus consejeros. La idea de que sean electos por voto directo de la ciudadanía goza de un apoyo del 63.8%.
Por otro lado, hay propuestas que sí generan un amplio consenso en la sociedad. Por ejemplo, el 73.1% de los encuestados está a favor de reducir el financiamiento público a los partidos políticos. De manera similar, la mayoría está de acuerdo con disminuir el número de diputados y senadores. En concreto, el 77.2% apoya reducir la cantidad de diputados federales y el 68.7% está a favor de hacer lo mismo con los senadores. Estas cifras demuestran que, más allá de la división partidista, la ciudadanía coincide en la necesidad de hacer más eficiente y menos costoso el aparato electoral y legislativo.
Las propuestas que buscan modificar la estructura actual del sistema electoral, como la eliminación de los Organismos Públicos Locales (OPLES), la credencialización por el registro civil y la reducción de las salas del Tribunal Electoral, no tienen el mismo nivel de apoyo y son percibidas como menos importantes por la mayoría. La encuesta muestra que, aunque se discute sobre la confianza en los resultados electorales, la mayoría de los ciudadanos (el 74%) confía en que su voto es contado correctamente.
En resumen, la encuesta de Mitofsky pinta un panorama complejo pero definido: los mexicanos quieren un cambio en su sistema electoral. El desafío para las fuerzas políticas será negociar y construir un acuerdo que refleje el sentir popular, aprovechando los puntos de consenso como la reducción del gasto y el número de legisladores, mientras se manejan con cautela los temas que dividen a la sociedad como la estructura del INE. El camino hacia una nueva reforma electoral está abierto, pero lleno de obstáculos.
There is no ads to display, Please add some