Recientemente el presidente Andrés Manuel López Obrador acusó a medios de comunicación, ahora de Estados Unidos, Gran Bretaña y España, de no ser objetivos y “lanzarse contra su gobierno”.
A la par, el presidente en recientes días su proyecto para fortalecer los medios donde trabajan los conocidos como Lord Molécula y la Corredora keniana. Los llamó “medios digitales”.
Sin embargo, no es algo nuevo que algunos presidentes consideren enemigos a los medios tradicionales. Desde Alberto Fujimori en Perú, Rafael Correa en Ecuador, Hugo Chávez y Nicolás Maduro en Venezuela, Jair Bolsonaro en Brasil y Donald Trump en Estados Unidos, diversos exmandatarios han enfatizado el discurso, o procurado la vía legal, para desacreditar las noticias de los medios tradicionales que, al monitorear de cerca sus gobiernos, les resulten incómodas.
En sus conferencias, el mandatario ha destinado varios minutos a amplias referencias y cuestionamientos a sus opositores y a los medios de comunicación que considera conservadores.
Por ello, ahora el presidente busca fortalecer a los medios digitales y formar una prensa alternativa para que, la supuesta prensa conservadora, ya no tenga el mismo peso, como lo hizo notar.
De acuerdo Luis Estrada, director general del SPIN, analista político y de comunicación, la referencia de los ‘medios alternativos’, es parecida a la estrategia para controlar los medios en otros gobiernos del Socialismo del 21, que Chávez, Correa y los Kirchner rotularon como “democratización de los medios”.
Con Chávez, acabó en cerco, cierre y quiebra de la prensa libre en Venezuela. Los Kirchner y Correa casi lo logran, pero perdieron el poder. Sin embargo, lo retomarán con el triunfo de sus alfiles en Argentina y en Ecuador.
Según el análisis realizado de las conferencias matutinas de presidencia, hasta el lunes pasado, tras 822 días de gobierno y 556 conferencias, los “medios digitales” tuvieron el 47 por ciento de la interacción con el presidente; los periódicos el 25, la TV (14), la radio (7), revistas (2) y “otros” (5).
Si bien López Obrador ha mencionado que “nunca” restringiría las libertades y no habrá censura ni persecución a nadie, la realidad es otra, pues mantiene su idea de “democratizar los medios”
Su estrategia va en dejar morir de inanición a los tradicionales que pueda hacer morir, para “fortalecer a los medios digitales y formar una prensa alternativa”, es decir, el protagonismo de Lord y la Corredora, además de una que otra chapuceada.
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