El Índice de Percepeción de la Corrupción 2015 realizado por Transparencia Internacional ubica a México en el puesto 34 de los 34 países que conforman la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) en materia de corrupción, lo que lo ubica como el más corrupto de esta organización, reafirmando esta tendencia negativa señalada desde el extranjero hacia el país en los últimos años.
Tal parece que las reformas constitucionales implementadas por el gobierno de Peña Nieto en materia de Transparencia y Anticorrupción no han surtido efecto en la percepción del país a escala global, y es que, si se compara dentro del G20, México se coloca en el puesto 17 como uno de los más corruptos, y en el bloque de los BRICS, el país se ubica en el noveno lugar de sus diez miembros.
Esto, de acuerdo al Índice publicado por Transparencia Internacional, pone a México en niveles de corrupción similares a países como Filipinas, Armenia y Mali, y quedando peor posicionado de países como Brasil, Jamaica, Perú, Panamá y Trinidad y Tobago, en parte, debido a las implementaciones efectivas que estos han tenido en la materia a través de monitoreo, justicia efectiva y controles eficientes.
En el estudio presentado conjuntamente por Transparencia Internacional y Transparencia Mexicana, México obtuvo 35 puntos de cien posibles (donde cero es más corrupto y cien menos corrupto), y en el mismo se resalta que los casos sin resolver por el gobierno federal como el de la “Casa Blanca de EPN”, los 43 normalistas de Ayotzinapa, señalamientos de enriquecimiento ilícito de gobernadores, contratos multimillonarios e irregulares a empresas cercanas al gobierno (OHL, Oceanografía, etc) impidieron que en el país las reformas para el combate a la corrupción pudieran funcionar dentro del marco para el que fueron creadas.
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