Mancera y la contingencia ambiental

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La calidad del aire en el Valle de México tiene sus temporadas, días muy buenos, días regulares y definitivamente malos.

En esta época de efervescencia política en la que todos pretenden salir en la foto, moviéndose y sin moverse, hasta el aire de la Ciudad de México quiere dar la nota y de hecho la está dando. Estamos en contingencia ambiental y en medio de una batalla campal entre políticos.

Después de algunos días en donde el aire de la Ciudad de México se limpió por los efectos de los «aigres encabronados» que por su violencia tumbaron más de mil árboles, muchos anuncios y que por consiguiente las partículas suspendidas que contaminan el aire de esta megalópolis, fueron arrastradas muy lejos dejando el cielo inusualmente despejado.

Las fotos y videos en la prensa, televisión y redes sociales no se hicieron esperar, al sur, se podía ver el Pico del Águila en el Ajusco, también se podían contemplar los dos enormes y nevados colosos volcánicos al oriente de la ciudad, se veían con claridad las antenas de televisión que están en el Cerro del Chiquihuite al norte y los enormes edificios que se encuentran en Santa Fe, sobre la Sierra de las Cruces al poniente.

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Los habitantes de la Ciudad de México pudieron disfrutar de estas espectaculares vistas, López Doriga, con su siempre presente antipatía, (no niego que el fulano me es muy antipático) repetía una y otra vez en su noticiero, a razón de los fuertes vientos que azotaron la ciudad, que al fin la Ciudad de México había vuelto a ser «la región más transparente», sin quedar claro a quien adjudicaba la frase que acuñó Alfonso Reyes en 1917 en su libro Visión del Anáhuac, y que muchos adjudican a Alexander von Humboldt, y otros a Carlos Fuentes por el título de su novela «La región más transparente» (1958).

El caso es que la «felicidad» de tener una atmósfera, respirable, limpia y transparente, que los violentos «aigres» nos dejaron duró muy poco.

La contaminación, casi de un día para otro, regreso a la ciudad, en niveles que rebasaron la norma ambiental de esta ciudad.

Las autoridades de inmediato decretaron la Contingencia Ambiental en Fase I y en sus declaraciones evidentemente se tenía que culpar a alguien y además, hacerlo pagar.

En la primera barbaridad, –perdón declaración–, el titular de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), Rafael Pacchiano, dijo que la contaminación en el Valle de México se ha elevado a causa del incremento en el parque vehicular, tras el fallo de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), –sopas…– resulta que la Suprema Corte es la que propició que los automovilistas, esa raza de ciudadanos mal intencionados que gozan al sacar su auto ponerle gasolina y formarlo detrás de los manifestantes del día, esos desviados que se suben a su auto para disfrutar 3 horas de embotellamientos, circulen impunemente.

De inmediato Miguel Mancera saltó a la arena política con otra maravillosa declaración que seguramente pasará a la historia por su oportunidad, profundidad y consecuencias, el Jefe de Gobierno dijo:

«Tuvimos que llegar a la fase 1 de contingencia. ¿Por qué? No necesariamente por la Ciudad. eso hay que destacarlo, la Ciudad está cumpliendo con su tarea. Aquí tenemos el Hoy No Circula, en la zona metropolitana no se tiene de manera integral, sólo una parte del Estado de México.»

«Nosotros hemos reiterado el llamado a la famosa CAME, que lo único que hace es decir «hay pre contingencia», y eso gracias a que la Ciudad tiene los monitores».

Lo dicho por Mancera enchiló las gónadas del titular de Medio Ambiente del Estado de México, Miguel Ángel Contreras Nieto, quién descalificó las declaraciones del Jefe de Gobierno de la Ciudad de México y le reviró diciendo que la mala calidad del aire se debe al elevado número de autos que hay en circulación y además por la aplicación unilateral del Nuevo Reglamento de Tránsito. –Sopas ese si fué un golpe bajo…– pero aún dijo e hizo más…

Se puso tan digno el de Medio Ambiente del EdoMex, que se me «afiguró» como una amante encabronada, –usted dígame si no–, dijo que la Ciudad contamina el agua y el suelo mexiquenses al sustraer agua del Cutzamala y devolverla contaminada y pestilente… –¿cómo ven?– pero fue más allá y casi casi como vieja encabritada le clausuró los 4 tiraderos de basura en los cuales el Gobierno de la Ciudad de México deposita 8 mil toneladas de basura diaria y el aguerrido defensor del Estado de México finalizó diciendo:

«Confío en que Miguel Mancera sabrá resolver este problema y que tiene la solución para resolverlo dentro de su territorio.»

El berrinche diplomático colectivo fue algo así como pleito de chamacos de secundaria, y en el fragor de los madrazos a algunos espectadores les hicieron cosquillas en las manitas y se metieron a repartir trompadas y ahí tenemos que se sube al cuadrilátero nada más ni nada menos que el Presidente de la República, que le pasa por encima a Mancera y gira instrucciones a Rafael Pacchiano para que elabore en carácter de «en chinga» una nueva versión del Hoy No Circula.

Ante esta atronadora instrucción los beligerantes prefirieron ignorar al «Jefe Máximo» y como sucede en la Secundaria, la chamacada se calentó y varios de los gobernadores de los estados circunvecinos le entraron a los catorrazos, Moreno Valle de Puebla descalificó a Mancera y dijo que en su Estado no habrá Hoy No Circula porque allá se arreglan las cosas de otra manera.

El pleito degeneró en Bulling contra el Jefe de Gobierno de la Ciudad de México y luego luego al ver mayoría saltaron el gobernador de Hidalgo diciendo que a Mancera le faltaba objetividad.

Eruviel Ávila del Estado de México le recetó a Mancera una frasecita de esas que sacan roncha y le dijo que la contingencia ambiental no debe de servir para repartir culpas… –zaz…–.

Los diputados Federales también le entraron a la madriza; René Cervera (Movimiento Ciudadano), Jesús Zambrano (PRD) y Marko Cortés (PAN) le tundieron a Mancera y de pasadita, así como no queriendo, al Gobierno Federal diciendo que tanto el Gobierno Federal y el gobierno de la Ciudad de México deben adoptar medidas consensuadas más allá de la restricción vehicular…

Como puede usted ver estimado lector, en la política como en el amor se dicen muchas estupideces y también se actúa visceralmente.

Ahora a Mancera lo agarraron de su puerquito tanto los Gobernadores vecinos como el Gobierno Federal, lo exhibieron y le cerraron los tiraderos de basura con la firme intención de doblegarlo públicamente.

Pero lo sorprendente es que ninguno, ni uno sólo de los involucrados en el brete de la contingencia, pudo demostrar que entendía de que se hablaba, todos sin excepción de una u otra forma culparon al automovilista de la contingencia.

Ninguno pudo explicar que las Contingencias Ambientales no se deben a los autos particulares, sino que es un fenómeno natural que se repite cada año durante la primavera y verano y que en la Ciudad de México se agrava por la orografía que delimita el Valle de México, una enorme olla que cuando no hay aire atrapa el ozono y la participación de las asfalteras, transporte público que impunemente circula sin acatar ninguna Norma Oficial, manifestaciones que agravan la caótica movilidad de la Ciudad y un nuevo reordenamiento de vías de circulación con las que se genera impresionantes cuellos de botella

Estamos viendo una novela-lucha en donde todos los participantes usaron como ariete a los automovilistas particulares y le pegaron a Mancera para debilitarlo en su carrera rumbo al 2018 y como van las cosas a Mancera si le pegaron duro.

Ya hablaremos sobre la contaminación por ozono en la Ciudad de México, voy, le pregunto a alguien que si sepa en serio del tema y les platico.


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