Cada año, miles de mariposas Monarca viajan desde el sur de Canadá y el norte de Estados Unidos para llegar hasta el centro de México. Vuelan a lo largo de casi 5 mil kilómetros y nada las detiene: ni siquiera las fronteras. Las alas naranja y negro sirven para ilustrar el trabajo que va a realizar la Clínica Jurídica Binacional, iniciativa a cargo del ITESO y la Loyola Marymount University en Los Ángeles, California: “Como las mariposas, cruzamos fronteras”, dijo a cuadro Marissa Montes para cerrar el video proyectado durante la presentación oficial del proyecto, actividad con la que la clínica ha iniciado sus labores.
El ITESO y la Loyola Marymount University tienen en común que ambas son instituciones confiadas a la Compañía de Jesús. Ahora, además, comparten un proyecto de incidencia binacional que busca construir un entorno más justo y solidario para las personas en situación de movilidad humana, ya sea que se encuentren en un proceso migratorio, de deportación, de retorno o buscando asilo o refugio. Durante la presentación de la clínica, Brietta Clark, decana de la Facultad de Derecho de la Loyola Marymount University, reconoció la visión, el liderazgo y la determinación de Marissa Montes, académica fundadora y directora de la clínica que opera la universidad estadounidense e impulsora de la clínica binacional. “La Universidad Loyola y el ITESO han colaborado siete años ofreciendo servicios para migrantes y hoy se formaliza el compromiso”, dijo Clark, y añadió que ambas instituciones tienen en común “la búsqueda de la excelencia académica, el compromiso y la creatividad para enfrentar los retos y ayudar a las personas más vulnerables”.
Clark dijo que tanto la clínica de Los Ángeles como la de Guadalajara, que tiene como sede la Casa ITESO Madero, buscan formar estudiantes al tiempo que inciden en tres dimensiones: primero, ofrecer apoyo directo a migrantes, deportados y refugiados; segundo, el diseño de políticas que permitan avanzar hacia la creación de un sistema más justo para propiciar una movilidad humana con dignidad, y, tercero, cultivar generaciones de líderes comprometidos con la dignidad y los derechos humanos. “Es un modelo que se está replicando en otras universidades y que es muy importante en un momento en que los derechos humanos y la movilidad están bajo ataque”, dijo Clark.
Alexander Zatyrka, SJ, rector del ITESO, dijo que el proyecto de la clínica jurídica en migración “es una iniciativa sólida y de incidencia binacional que nace del interés por ampliar la colaboración entre dos universidades confiadas a la Compañía de Jesús y en la búsqueda de una transformación positiva de la sociedad”. Mencionó que la clínica ofrecerá acompañamiento y servicios de representación legal a la población en situación de movilidad humana en la Zona Metropolitana de Guadalajara (ZMG).
El inicio de las labores de la clínica es pertinente porque, dijo el Rector, en los últimos años se ha registrado “un aumento en los flujos migratorios, motivados por la pobreza, los conflictos, el cambio climático y los desastres naturales. Las personas dejan sus países para buscar un mejor entorno para vivir y desarrollarse, pero encuentran un ambiente cada vez más hostil en los lugares de destino y en su tránsito son víctimas de violaciones a sus derechos humanos, de explotación laboral, de abusos de las autoridades y del crimen organizado”.
Zatyrka también se refirió a la doble función de las clínicas jurídicas: la primera, brindando atención a personas en situación de movilidad; la segunda, instituyéndose como un espacio de formación para estudiantes, en el caso del ITESO de Derecho, Relaciones Internacionales y Gestión Pública, mientras que estudiantes de la Loyola Marymount University vendrán para aprender defensoría jurídica. Para concluir su intervención, el Rector del ITESO reiteró el agradecimiento por los trabajos para “volver realidad una iniciativa que busca ofrecer no sólo asesoría legal, sino también un lugar donde las personas encuentren hospitalidad, consuelo y esperanza”.

“La comunidad define las metas”
Como parte de las actividades para enmarcar el inicio de operaciones de la Clínica Jurídica Binacional se realizó una charla en la que participaron Adriana González Arias, académica del Departamento de Estudios Sociopolíticos y Jurídicos (Dsoj) del ITESO; Karina Arias, académica del Centro Universitario de Incidencia Social (Coincide) e integrante del Programa de Asuntos Migratorios (Prami) del ITESO, y Marissa Montes, académica y directora fundadora de la Clínica Jurídica de la Loyola Marymount University.
Alejandra Guillén, también académica del Coincide, moderó el diálogo y comenzó preguntando a las participantes por el contexto en el que nace el proyecto binacional. Montes dijo que “estamos enfrentando algo histórico que a todos nos da miedo. Yo personalmente no había enfrentado algo como esto, [un contexto en el que] no se sigue la ley pero no sólo contra los migrantes, sino también contra los ciudadanos estadounidenses”.
Arias señaló que se trata de “un contexto siempre variante, muchas veces adverso, frustrante, pero también gratificante de saber que estamos poniendo una semilla para ofrecer un oasis en el trayecto de las personas. Se trata de un contexto en el que todos debemos adaptarnos a las necesidades de las personas y de las organizaciones para trabajar de manera conjunta, aportar y construir algo más hospitalario para las y los migrantes”.
Al hacer un recuento histórico del proyecto, Montes recordó cómo en 2012, recién egresada, fundó la clínica jurídica de la Loyola Marymount University ya que en la comunidad, integrada principalmente por migrantes centroamericanos, “faltaban servicios jurídicos y organizaciones de incidencia para enfrentar un sistema hecho para deportar, no para proteger. Lo que hicimos fue trabajar con ellos, la comunidad define las metas”. Esto, añadió, habría de marcar la pauta para el modelo de trabajo puesto en marcha y que habrá de replicarse en Guadalajara: trabajar en función de las necesidades de las personas y de la comunidad. También mencionó su relación con el ITESO, a donde acude cada año como profesora invitada del Verano Internacional, y cómo esta experiencia le permitió ver que hay una conexión importante entre Guadalajara y Los Ángeles, lo que dio pie a la idea de fundar la clínica binacional.
Adriana González Arias dijo que el sueño de tener una clínica jurídica de migración se remonta a hace ocho años e hizo un repaso de cómo el ITESO se ha ocupado del tema migratorio diseñando materias que abordan el tema. Así surgió, dijo, la materia “Migración, asilo y refugio” para el Verano Internacional, impartida por Marissa Montes e integrantes de FM4 Paso Libre y del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR). “Ahí pudimos detectar necesidades de las personas que atienden las organizaciones, pero también del alumnado. Vimos la necesidad de acompañar los casos”. Karina Arias completó mencionando el trabajo que se hace desde el Dsoj, el Prami y los Proyectos de Aplicación Profesional, labores que han servido como antecedente para la Clínica Jurídica Binacional.
Actualmente, la materia “Migración, asilo y refugio” ya se ofrece como parte del catálogo de saberes complementarios, además de que la materia “Derecho migratorio” forma parte de la currícula. “Es un menú amplio que hemos venido aprendiendo y aplicando”, dijo González.
Las tres participantes en el diálogo resaltaron la importancia del carácter formativo de la clínica, además de la condición indispensable de que sean las personas y la comunidad las que determinen el trabajo que se debe realizar. Se dijo que la intención es vincularse con otras organizaciones y que la idea es que el modelo pueda ser replicado por otras universidades para que puedan adaptarlo a sus contextos específicos. “Hay que ser estratégicos, buscar los vínculos y revisar las diferentes diásporas para replicar las clínicas”, dijo Montes.
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