Información clasificada en manos de Trump, hace temblar a EU

0
490

El senador demócrata de Connecticut, Chris Murphy, tiene claro que el polémico millonario «no pensaría dos veces en tomar información clasificada y exponerla públicamente si creyese que eso sirve para sus propósitos políticos»

La nominación de Donald Trump como candidato republicano a la Casa Blanca le abre los expedientes sobre algunos de los secretos de Estados Unidos y eso tiene preocupados a muchos.

Es habitual en el proceso electoral, pero tratándose de Trump, ha levantado suspicacias sobre cómo utilizará esos datos.

La Casa Blanca confirmó que las agencias de inteligencia estadunidenses le ofrecerán un informe clasificado, tradición para los aspirantes de ambos partidos, que se remonta a 1952.

-Publicidad-

En una entrevista para The Washington Post el republicano reconoció estar ansioso por recibir esta información. Ha dicho que quiere asomarse a los informes secretos de inteligencia que le corresponderá leer como nominado. 

El problema son las dudas de protocolo que genera. Ya ha sido criticado por demostrar escaso conocimiento del escenario internacional, así como ignorar los nombres de grupos considerados terroristas, insultar al vecino México, expresar admiración por adversarios como el presidente ruso, Vladímir Putin, y proponer medidas que atentan abiertamente contra la legalidad internacional, como restaurar la tortura o bombardear a las familias de los terroristas. 

Por eso los sentimientos encontrados, en la CIA.

El republicano leerá los informes como gesto de cortesía presidencial para que los potenciales sucesores se familiaricen con las amenazas a la seguridad nacional, dijo. Pero Aki Peritz, exanalista de la CIA, recuerda que Trump es «un hombre sin filtro» y pregunta: «¿cuáles serían las consecuencias si Trump revela algo clasificado en la campaña? Ha tuiteado cosas dudosas, a veces falsas, que lee en internet; ha vociferado estadísticas de delincuencia falsas e incluso no tiene problema en citar a Benito Mussolini.

Esa es la principal preocupación, incluso para sus opositores.

El senador demócrata de Connecticut, Chris Murphy, tiene claro que el polémico millonario «no pensaría dos veces en tomar información clasificada y exponerla públicamente si creyese que eso sirve para sus propósitos políticos».

Todo lo contrario que su rival, Hillary Clinton. La demócrata cuenta con el apoyo del portavoz de la Casa Blanca, Josh Earnest, quien asegura tener plena confianza en que hará un uso responsable de dicha información, a pesar de la polémica que reveló que Clinton había utilizado su correo personal para asuntos de Estado.

Donald Trump no cuenta con la plena confianza de todos los republicanos. El presidente de la Cámara de Representantes, Paul Ryan, el conservador de mayor rango, dijo no estar “preparado” para apoyar a Trump, igual que los dos expresidentes republicanos vivos: George H. W. Bush y George W. Bush. 

Y es que a diferencia de los otros candidatos, Trump nunca ha tenido cargo público alguno y los candidatos sin experiencia política son una rareza. 

El último aspirante que se presentó sin haber tenido cargo público fue Dwight Eisenhower en 1952; había sido militar. Concretamente, comandante supremo de los aliados en Europa durante la segunda guerra mundial.

¿Qué sigue? 

Una vez que se confirme a los candidatos, es decir, la próxima semana, las agencias de inteligencia harán por separado un “informe preelectoral” que consiste en una reunión de varias horas para demostrarles “que han entrado en un mundo más grande”, en palabras de Michael J. Morell, exdirector de la CIA. Y para hacerles saber que cualquier cosa que digan puede tener consecuencias globales. 

¿De dónde viene la tradición? 

El presidente Harry Truman había llegado al despacho oval casi de improviso, tras la muerte de Roosevelt en 1945, con poca experiencia en cuestiones de inteligencia. No sabía nada, por ejemplo, del Proyecto Manhattan. Para que su sucesor no tuviese que pasar por lo mismo, permitió a los candidatos de la época acceder a información clasificada. La noche electoral, dos equipos de la CIA esperan en el cuartel general de los candidatos. Cuando se conoce el ganador, proceden a explicarle en detalle cómo está la seguridad nacional. El equipo que esperaba en las oficinas del perdedor se marcha, sin más. 

¿Y Obama? 

El portavoz de la Casa Blanca, Josh Earnest, fue cuestionado sobre cuán preocupado está el presidente de EU, Barack Obama, respecto del hecho de que Trump vaya a recibir datos clasificados.

«Esas son las evaluaciones que tendrán que ser hechas por los servicios de inteligencia, y el presidente tiene plena confianza en la capacidad de nuestros profesionales» para hacerlas, respondió el portavoz.

Las informaciones periódicas sobre temas de alto secreto llegan después de que el candidato, demócrata o republicano, se haya alzado con la victoria en las presidenciales.

Michael Leiter, exdirector del Centro Nacional Antiterrorista, fue quien informó a Obama sobre asuntos terroristas cuando se convirtió en el candidato demócrata en 2008 y aseguró, en declaraciones al diario The New York Times, que dichas sesiones ofrecen una cantidad significativa de información importante y sensible.

«No se trata de dar una actualización sobre los temas del día, sino de diseñar un ejercicio sobre todos los temas a los se van a enfrentar; lo bueno, lo malo y lo feo de lo que se ve en el mundo y qué consecuencias puede haber en el futuro», dijo.

 


There is no ads to display, Please add some

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí