El Banco de México publicó recientemente los resultados de la encuesta de expectativas económicas correspondiente a marzo de 2025, realizada entre 42 grupos de análisis y consultoría económica del sector privado, tanto nacional como extranjero. Los datos revelan un panorama mixto sobre las perspectivas económicas del país, con ajustes en las proyecciones sobre inflación, crecimiento del PIB, tasas de interés y otros indicadores clave.
Inflación y Crecimiento Económico
En cuanto a la inflación, los especialistas revisaron a la baja sus expectativas para 2025 y 2026. Para este año, la inflación general se estima en 3.72%, mientras que para 2026 se prevé en 3.70%. Estos ajustes reflejan una ligera desaceleración en comparación con las cifras reportadas en febrero. Por su parte, la inflación subyacente también muestra una tendencia similar, aunque con pequeñas variaciones en la mediana de las proyecciones. Esto indica una percepción de estabilidad en el control de precios por parte de las autoridades monetarias.
Sin embargo, las expectativas sobre el crecimiento económico no son tan optimistas. Para 2025, el PIB de México se proyecta crecer apenas 0.41%, una reducción significativa respecto a la estimación previa de 0.80%. Aunque para 2026 se espera un repunte moderado al 1.59%, estas cifras evidencian preocupaciones sobre la debilidad estructural de la economía mexicana. Según los analistas, factores como la ausencia de reformas estructurales y la incertidumbre económica interna siguen siendo obstáculos importantes para el crecimiento.
Tasas de Interés y Tipo de Cambio
Las expectativas sobre las tasas de interés muestran una tendencia a la baja. Para el cierre de 2025, la tasa de fondeo interbancario se prevé en 7.97%, mientras que para 2026 se estima en 7.26%. De manera similar, las tasas de interés del Cete a 28 días y del Bono M a 10 años también registraron revisiones a la baja en comparación con el mes anterior. Este ajuste sugiere una posible flexibilización en la política monetaria ante una menor presión inflacionaria.
Respecto al tipo de cambio, las proyecciones para el cierre de 2025 permanecieron estables en 20.80 pesos por dólar, aunque la mediana disminuyó ligeramente. Para 2026, se anticipa un tipo de cambio de 21.30 pesos por dólar, lo que implica una depreciación gradual de la moneda mexicana frente al dólar estadounidense.
Mercado Laboral y Finanzas Públicas
En el ámbito laboral, las expectativas sobre la tasa de desocupación muestran un incremento marginal. Para 2025, la tasa promedio se estima en 3.31%, mientras que para 2026 se prevé en 3.26%. Estas cifras reflejan cierta preocupación sobre la creación de empleo formal en un contexto de bajo crecimiento económico.
En materia de finanzas públicas, los pronósticos sobre el déficit económico y los requerimientos financieros del sector público se mantuvieron relativamente estables. No obstante, la mediana del déficit para 2025 aumentó ligeramente, lo que podría indicar riesgos fiscales adicionales. En contraste, los requerimientos financieros para 2025 fueron revisados a la baja, aunque para 2026 permanecieron sin cambios significativos.
Percepción del Entorno Económico
La percepción de los especialistas sobre el entorno económico actual es predominantemente negativa. Según la encuesta, más del 60% de los analistas considera que el clima de negocios empeorará en los próximos seis meses, mientras que solo el 8% cree que mejorará. Además, más del 90% opina que la situación económica actual no es mejor que hace un año. Esta visión pesimista se refuerza con la creciente percepción de que es un mal momento para realizar inversiones.
Principales Obstáculos para el Crecimiento
Entre los principales factores que podrían obstaculizar el crecimiento económico, destacan la gobernanza, la inestabilidad política internacional y la incertidumbre cambiaria. Asimismo, sectores como la electricidad, el transporte y las telecomunicaciones siguen enfrentando problemas de competencia, lo que limita su potencial contribución al desarrollo económico.
Conclusión
En conjunto, los resultados de la encuesta reflejan un escenario de moderación inflacionaria, pero también de bajo dinamismo económico. Las expectativas de crecimiento siguen siendo modestas, mientras que los riesgos derivados de factores internos y externos persisten. Ante este panorama, será crucial observar cómo evolucionan las políticas públicas y las condiciones globales en los próximos meses para determinar si México logra superar los desafíos estructurales que limitan su potencial de desarrollo.
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