El saldo tras la elección del nuevo presidente

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Varios son los temas que se deben revisar al interior de Acción Nacional luego de haberse realizado la elección del nuevo presidente del CEN. Aspectos como la participación de los militantes que se inscribieron en el cuestionado padrón, los costos que implica una votación con las características de la realizada el pasado domingo 16 de agosto, así como la división que se mantiene entre los grupos que controlan al partido, son los rubros que urgen sean discutidos.

Tradición problemática

Desde la llegada del PAN a la Presidencia de la República, los problemas para esta fuerza política no han hecho más que multiplicarse. No sólo hablamos de los malos resultados electorales –tema prioritario ahora para el Partido–, que han obligado a formar comisiones que elaboran diagnósticos y un catálogo de propuestas que pocas veces se atiende, sino de la mutación que ha sufrido la militancia del blanquiazul, que pasó de ser un conjunto de ciudadanos interesados en encontrar soluciones a los principales problemas del país a un grupo que sólo busca servirse con la cuchara grande.

A lo anterior súmese la división interna que tiene enfrentados a los principales grupos que controlan al Partido, motivo de acusaciones, filtraciones y quejas cotidianas que afectan la imagen del PAN.

La elección del nuevo presidente del CEN de Acción Nacional no es la excepción, pues luego de la votación –y como había advertido el equipo de Javier Corral– se impugnará el resultado de la misma por considerar que hubo irregularidades como acarreo y compra de votos, entre otros problemas que iremos conociendo conforme avancen los días.

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Los puntos a evaluar

Pero fuera de las quejas que ya se han hecho costumbre en el Partido, hay algunos temas que es conveniente analizar para evaluar el rumbo que está tomando el PAN de cara a los retos futuros. La elección del pasado domingo 16 de agosto, mostró algunos detalles de una fuerza política que se niega a reconocer sus debilidades en aras de mantener un botín electoral.

El primero de ellos tiene que ver con su padrón de militantes y el compromiso de los mismos con los trabajos del Partido. En números cerrados, éste está conformado por poco más de 470 mil personas, de las cuales acudieron a las urnas en la elección interna cerca de 200 mil –con datos que dio a conocer la Comisión encargada de organizar la votación–, lo que nos lleva a preguntar cuál es la razón de que poco menos de la mitad de los panistas inscritos no participaran en, lo que se supone, es un triunfo de los militantes luego de las reformas a los estatutos.

Si antes de la campaña por la presidencia del CEN había serias dudas acerca de la forma en que se inscribían al padrón muchos ciudadanos, pues se supone que se trata de un acto voluntario para forma parte de las actividades de una organización política, las cifras de participación arrojan más interrogantes acerca de este tema, con el agravante de que si se depura el mismo y se elimina a los que no participan, el registro del Partido estaría en riesgo. No hay una solución fácil en este rubro.

Con Gustavo Madero, el padrón creció hasta prácticamente duplicarse en un par de años, para llegar a un punto en el que menos de la mitad de los inscritos participan.

Aunado a lo anterior, está la cuestión del costo de la votación y de las campañas de los candidatos, los cual suma varios millones de pesos –con cargo al financiamiento público en la mayoría de los casos–, para una participación baja en términos de la cantidad de militantes inscritos en el padrón azul.

En este punto, las acusaciones sobre la utilización de recursos públicos para financiar una de las campañas y el acarreo y compra de votos, se han hecho presentes, manchando más la imagen del Partido.

Finalmente, con las impugnaciones que ha presentado Javier Corral, veremos cómo influyen en las negociaciones para conformar los órganos deliberativos del CEN blanquiazul, y si realmente se busca limpiar la elección interna u obtener posiciones.

Todo lo anterior representa un verdadero reto para Ricardo Anaya, quien llegó a la Presidencia del CEN con poco más de 165 mil votos de militantes a su favor de todo el país. Una suma baja para un partido con más de 76 años de vida, un conjunto de desafíos electorales por delante y una militancia que poco ayuda en esas tareas.

Migajas

Como si no faltaran problemas al interior del PAN, el Puebla se reedita la lucha por la dirigencia del Comité Directivo Estatal, pues desde el CEN –y en una de sus últimas decisiones– Gustavo Madero ordeno adelantar la elección del Presidente del blanquiazul en dicha entidad, en contra de los argumentos del actual líder estatal, Rafael Micalco,

Un reto adicional para Ricardo Anaya, será demostrar que es un dirigente nacional que responde a su propia agenda y no al expresidente Madero, como planteó en su columna Ricardo Alemán.

A pesar de su discurso, Gustavo Madero ha sido mal evaluado luego de 5 años al frente del CEN del PAN, como lo resumió el diario 24 horas en este recuento de su dirigencia.


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