La presión del aparato de justicia de Estados Unidos en contra de Ismael El Mayo Zambada, incluso con la posibilidad de que se enfrente a una pena de muerte, lo ha llevado a enviar una carta al gobierno mexicano en la que pide ser repatriado –de manera similar a como lo fue el exsecretario de Defensa de Peña Nieto, Salvador Cienfuegos–, considerando la manera en que fue detenido en México para llevarlo a una cárcel de la Unión Americana con la complicidad de uno de los hijos del Chapo Guzmán.
Hay que considerar el contexto de todo este tema: Ismael El Mayo Zambada García, junto con Joaquín El Chapo Guzmán Loera, fue fundador de lo que ahora conocemos como Cártel de Sinaloa, uno de los grupos de narcotraficantes acusados de traficar drogas hacia Estados Unidos. El pasado 10 de agosto de 2024, mediante una carta, Zambada da a conocer que el día de su detención se iba a reunir, a instancias de Joaquín Guzmán López, con el gobernador de Sinaloa, Rubén Rocha Moya, y quien sería asesinado ese día, el exrector de la Universidad Autónoma de Sinaloa y diputado federal Héctor Melesio Cuén, para mediar en una disputa entre estos últimos personajes.
el-mayo-zambada-statementAhora, ante la posibilidad de que sea condenado a la pena de muerte, Ismael Zambada pide al gobierno mexicano: “Exijo y demando que el Estado mexicano cumpla con su obligación ineludible de intervenir de manera inmediata, contundente y sin margen de discrecionalidad para exigir formalmente a los Estados Unidos de América garantías y seguridades absolutas, plenas, vinculantes e irrevocables de que no se me impondrá ni se ejecutará la pena de muerte”.
La presidenta Sheinbaum ya abordó el tema en su conferencia mañanera, señalando que la FGR analizará el caso y decidirá que línea de acción seguir, y que será hasta la semana entrante cuando informará si se va a hacer algo en el sentido de la exigencia de El Mayo Zambada.
El antecedente de lo sucedido con Salvador Cienfuegos es aprovechado en este tema para plantear una posibilidad de que el gobierno mexicano solicite al de Trump la entrega del fundador del Cártel de Sinaloa, con lo que libraría la posibilidad de morir en Estados Unidos.
Pero también se puede presentar el escenario en el que, ante la negativa mexicana, ceda ante la presión de los fiscales de Estados Unidos y se convierta en testigo protegido para aportar la información que posee, algo que tendría efectos negativos en México si revela los vínculos de complicidad entre políticos mexicanos de todos los partidos y el crimen organizado.
Así que habrá que estar al pendiente para conocer como evoluciona esta historia y si El Mayo Zambada logra ser repatriado, muere en Estados Unidos o acaba como testigo protegido, con todo lo que esto implica en el actual contexto en el que Trump no quita el dedo del renglón de señalar que nuestro país está controlado por los cárteles del narco.
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