Morena aprobó, a toda prisa, la nueva Ley General de Aguas y reformó la Ley de Aguas Nacionales con un objetivo clarísimo: concentrar en el poder federal el control del recurso más estratégico del país. No voy a suavizarlo: estas reformas no modernizan, no ordenan, no resuelven. Estas reformas arrebatan. Lo que viene no será sencillo, pero tampoco nos encontrará de brazos cruzados.
Porque no vamos a permitir que desde un escritorio en la Ciudad de México decidan el futuro del campo, de sus productores y de las comunidades que han sostenido a México por generaciones.
El discurso oficial presume “poner orden” y “combatir acaparadores”. Falso. Lo que realmente hacen estas leyes es abrir un corredor de discrecionalidad, donde una autoridad puede quitar derechos mediante silencio administrativo, negar prórrogas sin explicación y criminalizar prácticas agrícolas que existen desde antes de que algunos burócratas aprendieran a decir “acuífero”.
1. Más centralización, menos justicia
La reasignación de derechos deja de ser automática. Ahora depende de la voluntad de una autoridad distante, que no conoce el territorio ni sabe lo que significa perder una cosecha por falta de agua.
2. La negativa ficta como arma
Si la autoridad federal no contesta, el productor pierde. Así de simple. Así de grave. Convertir el silencio en sentencia es un abuso institucionalizado.
3. Criminalización de quienes sí producen alimento
Se tipifica como delito el desvío de cauce, una práctica que históricamente protege cultivos y ganado. Es la típica política pública escrita por quien nunca ha tenido tierra en las manos.
4. El Tratado del 44 bajo control del centro
La Federación podrá entregar agua a Estados Unidos sin escuchar a estados ni comunidades. Luego se preguntan por qué defendemos el Río Conchos y el agua de Chihuahua con tanta firmeza.
5. Las grandes empresas, intocables
Cerveceras, refresqueras y extractivas ni se mencionan. Ni una revisión. Ni una obligación adicional.
El enemigo que eligieron no es el grande: es el productor pequeño y mediano. Los gigantes siguen blindados.
Lo que viene: organización, resistencia y estrategia
No permitiremos que esta ley se convierta en instrumento de presión política contra las regiones productivas del país. No permitiremos que unos decidan desde lejos y otros paguen las consecuencias.
1. Ventanillas de defensa: en marcha
Activaremos asesoría legal para todos los productores, con apoyo del Gobierno del Estado, municipios y asociaciones agrícolas. No solo hablamos de amparos: documentaremos cada abuso y cada retroceso para acudir a instancias internacionales si es necesario.
2. Un nuevo Fondo para garantizar el derecho al agua
Preparamos una iniciativa que obliga al gobierno federal a invertir, no a recortar. El Ramo 33, con recursos adicionales, debe asegurar el acceso al agua potable; no ser excusa para justificar la centralización.
3. Ni un productor solo
Acompañaré cada expediente. Cada disminución arbitraria. Cada negativa injustificada. Cada afectación. México está cansado de gobiernos que acusan sin resolver. Esta vez tendrán frente a ellos una defensa organizada.
Lo político: que quede claro quién eligió el lado equivocado
Morena votó para quitar derechos, criminalizar al campo y facilitar el control político del agua. Esa decisión los acompañará. Porque en 2027 la gente recordará quién los dejó a merced de la Federación y quién dio la cara.
El discurso del “acaparamiento” es una trampa. Hoy empieza con el agua. Mañana puede avanzar sobre la tierra, la propiedad privada o incluso la vivienda. Así operan los gobiernos que usan la ley como mecanismo de obediencia.
Yo no pienso callar. No pienso normalizar este abuso. No permitiré que conviertan al norte de mi país en moneda de cambio. La verdad que escondieron: no es un problema de leyes, es un problema de abandono
Si 40% del agua se fuga en redes; si la mitad de los sistemas tiene más de 50 años; si CONAGUA opera con un presupuesto recortado en 35% desde 2018, el origen del problema está claro. Y desde luego, no está en el productor.
Siete años de gobierno sin fortalecer el sistema hídrico. Pero hoy acusan a quien sí trabaja. ¿Error o intención? Cada vez es más difícil creer que no saben lo que hacen.
Lo que viene para nuestra gente
Sí, vendrá incertidumbre. Pero también vendrá algo que este gobierno subestima: la fuerza de una región que nunca se arrodilla.
El norte no entrega lo suyo. El norte defiende.
No escribo un cierre: escribo el inicio del siguiente capítulo: defensa, unidad y acción. Y si esta ley pretendía doblarnos, logró exactamente lo contrario.
He anunciado la apertura de ventanillas de asesoría y defensa legal en coordinación con Gobierno del Estado, municipios y asociaciones agrícolas. Queremos anticipar problemas y documentar el agotamiento de las vías nacionales para acudir a organismos internacionales cuando sea necesario.
Trabajo además en la creación del Fondo para Garantizar el Derecho Humano al Agua, financiado mediante el Ramo 33. Porque el acceso al agua potable no puede depender del humor político de nadie.
Lo reitero: no dejaremos solos a los productores. Enfrentaremos esto juntos. Porque si algo tengo claro es esto: el poder no debe aplastar al ciudadano. Y mientras yo tenga voz que refleje el sentir de la ciudad, no lo hará.
El autor es senador de la República y presidente de la Comisión de Desarrollo Municipal
@MarioVzqzR
