Varios son los desafíos que en el corto plazo deberá enfrentar la nueva dirigencia nacional del PAN. Además de la obviedad de señalar que debe mantener la unidad del Partido, tema que representa una verdadera incógnita por los intereses involucrados, Ricardo Anaya deberá ofrecer una agenda que armonice las ya presentadas en la pasada campaña electoral y las que se generen desde el ámbito legislativo, además de refrescar la imagen de un instituto político desgastada por variados escándalos.
Retos en el corto plazo
Una vez que el nuevo presidente del PAN tome posesión del cargo, luego de negociar la integración de la Comisión Permanente y del Comité Ejecutivo Nacional, así como nombrar a su equipo de colaboradores en las distintas secretarías operativas del CEN y en la Fundación Preciado Hernández –algo que no había sucedido al momento de redactar esta columna–, al igual que a los dos coordinadores en ambas cámaras del Congreso de la Unión, Anaya Cortés deberá enfrentar en el corto plazo una serie de retos que pondrán a prueba su capacidad y liderazgo.
El nombramiento de Marko Cortés como coordinador de los diputados federales es visto como una forma de marcar distancia con su antecesor, pero también podría ser parte de un acuerdo con Gustavo Madero para que el grupo en el que tanto éste como Anaya militan, continúe con el control del Partido.
Decimos que la designación del michoacano podría ser parte de un acuerdo, porque es alguien cercano tanto a Madero como a Anaya –coordinó la campaña en la que el chihuahuense obtuvo su reelección, por ejemplo–, y su posición sería producto de una negociación entre el presidente panista entrante y el saliente, para con eso no afectar los espacios de control de ambos.
Al momento de conocer los nombres de los coordinadores administrativos en el grupo parlamentario del PAN en la Cámara de Diputados, se conocerá si tal acuerdo existe, pues si el administrador de los millonarios recursos de los legisladores federales azules es alguien cercano a Madero, podremos afirmar que Anaya actúa buscando el consenso del expresidente.
Otras pistas de este acuerdo se podrán encontrar en las secretarías operativas del CEN, pues si Anaya busca demostrar su independencia deberá nombrar a cercanos suyos, pero si repiten personajes cercanos a Madero, sabremos que todo es parte de una negociación.
Agenda de Anaya
Pero lo anterior no es lo más importante en la agenda del nuevo presidente blanquiazul. Si el nuevo coordinador de los diputados federales azules responde a las críticas que desde la opinión pública se hicieron acerca de Ricardo Anaya, en el sentido de que más que independiente podría estar supeditado a los dictados de Madero Muñoz, se podría concluir que el queretano buscará atender esos señalamientos y cuidar su imagen.
Esto provocará que buena parte de las decisiones que tome, serán buscando reducir las reacciones negativas en los medios. Eso también explicará la agenda que utilice al frente del PAN.
Temas como las propuestas anticorrupción, aumento de críticas al Presidente Peña Nieto y al PRI conforme se acerquen las campañas electorales del 2016, así como a Andrés Manuel López Obrador, serán las constantes en el discurso del nuevo dirigente azul hacia el exterior del Partido.
Hacia lo interno, la necesidad de depurar el padrón de militantes y pugnar porque el PAN sea intolerante a actos de corrupción de sus miembros, será el mensaje que envíe.
Con todo, esto podría ser parte del escenario que se monte para que el control del aparato partidista y el reparto de candidaturas en los electorales años de 2016, 2017 y, en particular, 2018, se mantengan en manos de quienes lo han controlado desde 2010.
No por otras razones, Ricardo Anaya contó con el respaldo de gente que era cercana a Felipe Calderón –como Roberto Gil o Javier Lozano–, opositores del maderismo como Juan José Rodríguez Prats o, incluso, gente que apoyó a Madero y que ahora aparenta cierta distancia como el propio Marko Cortés.
Finalmente, todo queda en familia.
Migajas
Una interesante reflexión de Alberto Begné sobre el PAN, en la cual el articulista piensa que el momento actual que vive el partido se trata de una competencia contra sí mismo.
Ernesto Hernández Norzagaray, en Sin Embargo, comentó acerca de la derrota de Javier Corral, que “lo único que estará provocando es una mayor irritación social y lejanía de los ciudadanos de los colores del PAN. Esa que se encuentra también detrás de la ausencia de panistas el día que se votó a sus dirigentes nacionales. Y qué Corral cuestionó e ilusamente buscó su rebeldía, cuando muchos de ellos ya se habían ido a buscar mejores derroteros y los que se quedaron están por el establishment que pregonaba el ilustre Lampedussa de ‘cambiar para seguir igual’”.
Para Federico Berrueto, en Milenio Diario, el desafío de Ricardo Anaya se encuentra en la relación con la sociedad, más que en el frente interno, además de mantener la unidad al interior en el contexto de la elección de su candidato presidencial en 2018.
@AReyesViguerras
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