De acuerdo a Carlos Hurtado, director general del Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP), en México la población no necesita ni refinerías ni Tren Maya, sino carreteras, banquetas, drenaje y agua.
Sin embargo, la miopía de gobierno federal ha sido constante, como resultado, la inversión pública y privada ha caído 2 puntos porcentuales del PIB en lo que va del gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, por lo que de mantener su discurso “hostil” a los capitales privados será difícil que México pueda aprovechar su posición privilegiada de cercanía con Estados Unidos para alcanzar la reactivación económica, insistió Hurtado.
“La mesa está puesta” y existen las oportunidades de llegar a los niveles prepandemia, aseguró, sin embargo, “lo que falta es que el gobierno cambie su discurso y los hechos y que sea amigable a la inversión privada, sea amigable a su propia inversión, la cual ha venido destruyendo de manera importante”, dijo.
Al participar en la reuni “Empresas: pieza clave para enfrentar la pandemia e impulsar la reactivación económica”, organizado por el Consejo Coordinador Empresarial (CCE), el directivo del CEESP afirmó que desde hace una década, “pero más de estos dos últimos años, la inversión pública como porcentaje del producto en México está en niveles de los años 30´s del siglo pasado. Nos damos cuenta que las calles son intransitables, las carreteras públicas son intransitables y son peligrosas. Hay un descuido a la inversión pública”.
Hurtado criticó que este gobierno nunca renunció a sus proyectos de inversión, como es el Tren maya y la Refinería de Dos Bocas, cuando se debe invertir en el pueblo, en las personas, como es la necesidad de drenajes, banquetas, agua, otras.
Ya venía mal y ahora andamos más de malas… con una posición hostil a la inversión privada es difícil que se recupere (el país)”, sentenció.
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