Esta semana se celebrará el “Día Nacional de la Oratoria” cuya efeméride fue aprobada en los trabajos de la LXII Legislatura y que a lo largo del país convocará a niños, jóvenes y adultos en diferentes eventos culturales.
Por mi parte, quiero hacer lo propio, compartiendo 5 recomendaciones que a lo largo de mi trayectoria he podido atesorar, respetar y cumplir siempre en la búsqueda de crecer como polemista y también como persona. Hoy las comparto con todos Ustedes esperando que sean de ayuda para el prójimo como lo hacen sido para una servidora.
1.- “Si quieres dominar tu mente y tu espíritu, comienza por dominar tu cuerpo” la mayoría de los oradores piensa que lo único que importa en la vida, es devorar con lectura bibliotecas enteras y si bien es cierto que se requiere una cultura basta que sólo te brinda la lectura cierto también es, que se debe destinar tiempo para la disciplina del cuerpo y el espíritu. Una alimentación balanceada, ejercicio frecuente, reducción en el consumo de alcohol y tabaco pueden brindarnos mayor capacidad y resistencia al momento de enfrentar grandes auditorios y jornadas de habla consecutiva. La paz interior y la comunicación con la fe que se profese nos brindarán una resistencia más alta a los combates en tribuna.
2.- “El campeón nunca deja de entrenar” el haber logrado triunfos en competencias no nos exime de continuar exigiéndonos alcanzar la perfección. El mejor orador estará siempre expuesto a ser derrotado si decide abandonar su cuerpo y mente a la holgazanería. La oratoria es una disciplina que no acepta desidiosos.
3.- “1 hora diaria, 7 días a la semana” si tuviera que recomendar un número de horas adecuadas para mantener en forma al cerebro, serían definitivamente 60 minutos diarios, preferentemente por las mañanas cuando el cerebro se encuentra más despierto y lúcido. El entrenamiento consiste en la lectura de algún libro y posteriormente la disertación de una pieza oratoria sobre lo aprendido, obligando de esta manera al cerebro a que haga resúmenes claros y preste mayor atención a lo leído.
4.- “Un libro a la semana” habrá quienes puedan leer más o quienes lean menos, pero una vez que se ha decidido convertirse en un orador de alto rendimiento entonces deberá exigirse la lectura con disciplina y método, logrando la lectura de un libro cada semana. Puede comenzar con un poco más de días para completar la lectura pero recuerde que no siempre permanecerá así sino que debe aspirar siempre a más, alcanzar el equilibrio entre la mente, el cuerpo y el espíritu y algún día ser un lector hábil y consumado.
5.- “Escriba, raye, relea, busque” En caso de que Usted adquiera sus propios libros, está en todo su derecho de poder escribir anotaciones en ellos o subrayar citas importante. Si no gusta de rayar los libros (por muy suyos que sean) procure tener una libreta destinada específicamente a los apuntes oratorios. No lea una sola vez los libros, sino que consérvelos con Usted y recurra a ellos siempre que sea importante y cuando surja la duda recurra a los diccionarios (hoy tanto en desuso) investigue palabras nuevas y aplíquelas en su vocabulario diario. Nunca deje de aprender.
Por último, me permito invitarlo a la celebración del Día Nacional de la Oratoria en el Estado de México que se realizará el viernes 04 de marzo en las instalaciones del Salón Lic. Benito Juárez García de la Cámara de Diputados en Toluca a partir de las 10:00 hrs donde podremos escuchar a grandes oradores, aprender más técnicas, hacer uso de la tribuna abierta y recibir un libro como regalo para seguir aprendiendo de la herramienta más poderosa que tiene la Humanidad; la capacidad de hablar en público y hacerlo bien.
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