Campaña de desprestigio

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Este año será recordado por el panismo, por la gran cantidad de menciones negativas que tuvo en los medios de información y redes sociales. De forma coincidente con su 75 aniversario, la imagen de la institución ha sido dañada por actos que contradicen el ideario que dio vida al PAN, de acuerdo con periodistas; para la dirigencia del mismo, todo se resume en una campaña de desprestigio de los medios. Curiosamente, no es la primera vez que se usa este argumento.

En el ADN panista

Como agua y aceite, la relación entre Acción Nacional y la prensa ha estado marcada por constantes desencuentros. Desde su nacimiento mismo, en una época de dominio del aparato gubernamental sobre los informativos, los fundadores apuntaban de forma pesimista que “la actitud de la prensa, cada día peor, está demostrando la necesidad vital de órganos propios de información y propaganda”. Como apuntamos en una columna anterior, Gómez Morin lamentó que la prensa “se limita a publicar sólo los ataques contra el partido e ignora los problemas reales” .

Para Acción Nacional, esos años representaron la lucha por lograr que sus triunfos electorales fueran reconocidos y sus voces escuchadas.

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Además de fraudes, los panistas tenían que enfrentar historias que atacaban su prestigio. Escenarios que colocaban a los fundadores del Partido en la esfera de simpatizantes de la Alemania de Hitler, títeres de líderes religiosos o representantes de oscuros intereses empresariales, fueron algunas de las versiones que se difundieron ante el avance blanquiazul.

José González Torres, presidente nacional del PAN de 1959 a 1962, recibió amenazas de que podía sufrir un secuestro y aparecer, a la mañana siguiente, fotografiado como si hubiera estado en algo parecido a una orgía. El prestigio era un activo importante para los panistas pues, como en distintas ocasiones ha contado el consejero nacional vitalicio Esteban Zamora Camacho, ser panista era sinónimo de honradez.

Pero eran otros tiempos; si bien no había una presencia abundante de panistas en la prensa, tampoco había denuncias por el comportamiento de “ciertos” miembros.

Y llegó el poder

Con el avance electoral del Partido, y el incremento del número de militantes, también llegó la atención que tanto se había buscado en los medios, sólo que éstos ya no se comportaban alineados con el gobierno como en los años 40 ó 50 del siglo pasado.

En la elección a gobernador en Chihuahua, en 1986, se denunció un fraude y también la manipulación de medios de comunicación oficiales. En 1988, Manuel Clouthier denunció a Jacobo Zabludowsky y su noticiario “24 horas” por ocultar la verdad. En 1989, en Baja California, Ernesto Ruffo sufrió la falta de acceso en varios espacios informativos, pero otros le abrieron la puerta. El panorama de la libertad de expresión cambió en los años 90. Con el triunfo de Vicente Fox, los medios tradicionales tuvieron que reinventarse y abrirse a la pluralidad de un país en transición.

Para el PAN, las denuncias por el comportamiento de militantes que iban en sentido contrario a su doctrina, comenzaron a multiplicarse.

El sueldo excesivo del alcalde de Ecatepec, las excentricidades del presidente municipal de Tultitlán, el “Toallagate”, la “pareja presidencial”, fueron algunas de las críticas que recibió como gobierno federal, y que motivaron a Manuel Espino, en ese momento secretario general del CEN, a decir que los medios eran “abusivos, ya que sólo destacan aquellas cosas que ponen en mal al gobierno de la República”. Para la segunda administración panista, denuncias por malos manejos en Pemex, la Estela de la Luz y el tema del narcotráfico ocuparon amplios espacios contra el Partido.

Después del 2012, con una derrota electoral a cuestas, los análisis internos concluían que no se tenía una estrategia en comunicación. No obstante esto, en 2013 Gustavo Madero acusó: “son ustedes (la prensa) los que hablan de división, en el partido estamos unidos”; y en 2014 señaló que ésta difunde “cobardes difamaciones sin voz y sin rostro para alimentar esta política del espectáculo y de la trivialización”.

Está claro que los medios no actúan como en el siglo pasado y que el Partido no es el mismo que el que se fundó en 1939. Seguir pensando que todo es culpa de quien difunde información de militantes que no se conducen de acuerdo a los principios del PAN, sin reconocer las desviaciones, es sembrar para que esta historia se repita en el futuro.

Migajas
En Jalisco, en el homenaje por el natalicio de Efraín González Luna, Francisco Morales, oficial mayor del gobierno del Estado, señaló: “No hay cosa que más daño cause a los que yo represento (a los priistas) que la debilidad, el aniquilamiento del Partido Acción Nacional; no lo permitan (…) los necesitamos fuertes, organizados y decididos”.

No sólo periodistas, sino también académicos opinan que el PAN celebró su 75 aniversario en crisis.

Madero defendió al gobernador de Sonora, Guillermo Padrés, abriendo otro frente de conflicto.


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