Entre los simpatizantes de Ricardo Anaya para presidir al PAN, se insiste en los jóvenes para esto y aquello, y que en resumen son quienes pueden regenerar al partido. Da la más que clara impresión que los que no son jóvenes (poniendo ese rango de edad en donde quieran), no salvarían al partido. Grave error.
Entre más jóvenes sean los militantes, menos habrán sido testigos o partícipes del verdadero PAN, pues la descomposición de gran parte del partido se dio en los últimos quince años, desde que llegó al poder federal en 2000 con Vicente Fox.
Es estos años recientes, con los triunfos electorales, llegaron a apoderarse de muchas estructuras y posiciones de gobierno del PAN militantes cuyo interés personal o de grupo estaba y está totalmente sobre los intereses nacionales y de la acción política en pos de los ideales panistas. Gran número de ellos, son de los considerados “jóvenes”.
Por supuesto que los jóvenes pueden conocer al verdadero PAN por lo que les cuenten de él o lo que lean, pero en general no lo han vivido. Claro que no se puede generalizar, ya que en todo el país siempre hubo y hay buenos panistas de todas edades fieles a la doctrina, de otra forma ya no tendría remedio este partido.
Como dije, en los últimos quince años en particular, es cuando se fue dando la degradación del partido, al obtener posiciones de poder quienes ven por su propio interés, y han sido capaces de cometer muchas tropelías y hasta delitos. Para un joven buen observador esta degradación se daba ante sus ojos; pero la verdad es que para la mayoría de la militancia fue un proceso que le pasó en mucho desapercibida, hasta que se hizo más que evidente y muy grave.
En esta forma, hay jóvenes, y lo han demostrado, que luchan a contracorriente por una acción política legítima en el PAN. Y con la energía de la juventud, pueden hacer mucho para recuperar al panismo. Cierto, pero no basta.
Pero quienes vienen de larga trayectoria panista no tienen que imaginar cómo debe ser el PAN, lo saben por sus propias vivencias. Todos estos panistas, que se empeñan en recuperar al PAN, podrán hacerlo con los jóvenes. Pero todos juntos: la experiencia y la juventud.
De esta forma, quienes creen que sólo los jóvenes salvarán al PAN, porque “es su hora”, se equivocan. Es la suma de muchos quienes recuperarán al PAN ─y por cierto también contra muchos que se resistirán a perder sus indebidas canonjías y poder, un buen número de ellos jóvenes.
Entre los panistas de larga trayectoria se encuentra Javier Corral, que siempre ha trabajado políticamente por los ideales partidarios. Y por eso muchos panistas de años atrás lo respaldan. A ellos se suman jóvenes que comparten ese panismo que conocen, ya sea por las aún existentes experiencias de buena política, como por lo que lean o les cuenten de los tiempos en que todo era difícil.
Regenerar al PAN lo pueden hacer Javier Corral y los panistas que lo apoyan, con base en sus propias vivencias, o algún otro militante que se hubiera inscrito candidato.
Creo que lo más grave de todo, es que muchos militantes jóvenes se resisten a aceptar los hechos y las personas responsables de la caída moral y electoral del panismo. Eso a pesar de que los corruptos y tramposos tienen nombres y apellidos bien conocidos, y han sido señalados como tales públicamente.
Algo que me preocupó y mucho en la elección interna de 2014, es el número de jóvenes simpatizantes de Madero-Anaya, que festinaron y divulgaron la guerra sucia descarada contra Cordero-Oliva. ¿Y la madurez y la integridad moral, dónde quedaron? ¿Volverán a lo mismo en esta nueva campaña? Espero que no.
Insisto, los jóvenes podrán regresar al partido a lo que fue solamente en participación con los panistas “de antes”. No es lo mismo tratar de recuperar al partido hacia una vida política que se imaginan lo que fue, que hacerlo con quienes la vivieron. Hasta Ricardo lo ha reconocido, para demostrar que se les necesita a todos, incluyendo a “panistas de antes” en su planilla.
Pensar y propalar la idea de que son los jóvenes, por ellos mismos y con otro joven a la cabeza (Ricardo), los únicos que pueden rescatar al PAN es una concepción inmadura de lo que se tiene que hacer. Es una manipulación que no funciona con muchos panistas que saben la historia del PAN y son conscientes de su responsabilidad. Y utilizar este sofisma para descalificar a Javier Corral es no solamente falso sino también inmoral.
Algo más: hay panistas, incluyendo “distinguidos”, que no quieren a Javier Corral, con razones o sin ellas, y que por no aceptar la idea de verlo presidente del CEN panista, prefieren apoyar al joven Anaya, independientemente del grupo maderista del que éste ha formado parte, y de haber sido cómplice o beneficiario de prácticas inaceptables de este grupo de Madero y otros dirigentes.
Por último, en Acción Nacional SIEMPRE ha sido “hora de los jóvenes”, pero como ahora lo es también, lo ha sido de TODOS los militantes, de cualquier edad.
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