De acuerdo con el más reciente reporte del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), correspondiente a la primera quincena de mayo de 2025, la inflación general en México se ubicó en 4.22 por ciento a tasa anual. Este dato refleja una desaceleración respecto al mismo periodo de 2024, cuando la inflación anual alcanzaba 4.78 por ciento.
El Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) registró un aumento quincenal de 0.09 por ciento, lo que representa un avance moderado en comparación con la caída de -0.21 por ciento observada en mayo del año anterior. Este comportamiento se explica principalmente por movimientos diferenciados dentro de los componentes clave del índice: el subyacente, que agrupa bienes y servicios cuyos precios son menos volátiles, subió 0.16 por ciento quincenal, mientras que el no subyacente, sensible a factores como clima, temporadas y políticas públicas, retrocedió 0.15 por ciento.
Dentro del componente subyacente, los precios de las mercancías aumentaron 0.13 por ciento, mientras que los servicios lo hicieron en 0.18 por ciento. Esto indica presión sostenida en sectores como transporte, vivienda propia y servicios educativos, donde se observan ajustes recurrentes. Por su parte, el grupo no subyacente mostró una reducción generalizada, impulsada por la baja en los precios de energéticos y tarifas autorizadas por el gobierno, que disminuyeron 2.10 por ciento, resultado de los ajustes estacionales en las tarifas eléctricas durante la temporada cálida en 11 ciudades del país.
Entre los productos con mayor incidencia en la inflación destacaron el pollo, jitomate, vivienda propia, cine y carne de res, cuyos precios subieron significativamente. En contraste, productos como la electricidad (-18.45 por ciento), tequila (-3.82 por ciento) y limón (-7.31 por ciento) presentaron descensos relevantes, ayudando a contener el ritmo inflacionario.
A nivel regional, entidades como Tabasco (0.77 por ciento), Oaxaca (0.70 por ciento) y el Estado de México (0.69 por ciento) reportaron incrementos por encima del promedio nacional, mientras que Sonora (-3.09 por ciento), Sinaloa (-2.77 por ciento) y Baja California Sur (-1.47 por ciento) tuvieron variaciones negativas, explicadas principalmente por dinámicas locales relacionadas con la energía y la producción agrícola.
En cuanto al Índice de Precios al Consumidor de la Canasta de Consumo Mínimo (IPCCCM), utilizada para medir el impacto en los hogares de menores ingresos, este avanzó 0.05 por ciento quincenal y 4.09 por ciento anual, lo cual representa una leve desaceleración frente al 4.58 por ciento anual del mismo mes de 2024.
Con estos datos, la inflación general continúa dentro del rango manejado por el Banco de México, aunque persisten retos asociados a la volatilidad estacional y a factores externos que podrían afectar la trayectoria descendente esperada. La próxima actualización del INPC será publicada el 24 de junio, lo que permitirá evaluar si esta tendencia se mantiene o se revierte en el corto plazo.
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