5 temas para después de la elección interna

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Este domingo 16 de agosto, se llevará a cabo la elección del presidente nacional del PAN mediante el voto directo de los militantes. Por descontado se da la victoria de Ricardo Anaya Cortés frente a Javier Corral Jurado, motivo por el cual hay que ampliar el horizonte hacia el futuro tras la votación y revisar los temas más importantes que tendrán lugar en el interior del partido azul.

Después de la elección

Para Acción Nacional, el momento que se vive con la campaña por la Presidencia del CEN representa una oportunidad para renovar algunos aspectos que influyen en su vida interna. Como una federación de grupos que controlan lo mismo los comités estatales y que fomentan la afiliación de cercanos para controlar la estructura y ganar votaciones, estos momentos ofrecen la ocasión para los opositores de alcanzar más posiciones e influir en las decisiones blanquiazules.

No hay que perder de vista que en la pasada campaña, en la que se reeligió a Gustavo Madero, los inconformes con la “onda grupera” poco pudieron hacer, en parte por su falta de habilidad para negociar y aprovechar la coyuntura y, en parte, por su negligencia para evitar que los grupos se apoderaran del Partido.

Así, revisemos 5 temas que se podrían ver modificados luego de la votación para elegir al nuevo dirigente nacional azul.

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División interna

Si como se prevé, Javier Corral presentará una denuncia, como lo hizo respecto al padrón, un conflicto postelectoral es una posibilidad en el corto plazo, pero sin beneficios para quienes buscan rescatar al PAN. Los grupos que se han congregado alrededor de la candidatura del chihuahuense podrían o ser marginados de la toma de decisiones –algo en lo que han buscado influir, sin mucho éxito– o ser sacrificados en aras de la continuación del estilo de trabajo de Corral: sólo y para sus causas, lo cual hará que la división interna continúe.

Reacomodo de grupos y militantes

Después de conocer los resultados, el reacomodo de grupos y militantes para continuar en la búsqueda de posiciones y candidaturas continuará. Casos como el de Cecilia Romero o Guillermo Anaya, se repetirán a lo largo del país. La primera, colaboradora cercana de Felipe Calderón, se sumó al equipo de Madero, en el cual llegó a ser Secretaría General y Presidenta Interina y no hay duda que se sumará a la causa del ganador; anteriores críticos de Madero, como Juan José Rodríguez Prats, podrían aparecer en la nueva Comisión Permanente, como muestra de este reacomodo.

Alianzas electorales

Un triunfo de Ricardo Anaya hará que se vuelva a discutir, como ya se ha venido haciendo, el tema de las alianzas electorales con el PRD, en particular en las elecciones del año entrante y, muy probablemente, en el Estado de México en 2017.

La forma en que se acuerden y los programas de gobierno que se formalicen, podrían ser la novedad, pues se da por descontado que primero se decidirá el nombre del candidato y luego los demás detalles. Oaxaca y Puebla podrían ser los primeros acuerdos en este sentido, además de Hidalgo, Sinaloa y Durango.

Relación con el gobierno

Sea cual sea el resultado de la votación interna, la relación con el Gobierno Federal cambiará, aunque sea de cara al público. Gustavo Madero tuvo muchos acercamientos con el equipo de Peña Nieto, al grado que colaboradores cercanos suyos presumían las constantes visitas a Los Pinos.

Al menos, el nuevo Presidente del PAN tendría que ser más discreto y buscar convertir la crítica a la administración peñista una constante en su discurso, algo que ha planteado ya Ricardo Anaya.

Padrón de militantes

Finalmente, el padrón azul deberá revisarse con cualquier resultado de la contienda interna, considerando dos factores claves: primero, que es un padrón pequeño en comparación con el resto de los institutos políticos, lo cual tiene repercusiones en temas como el registro del blanquiazul o en la manera que disponen de militantes para tareas partidistas –como los representantes de casilla, por ejemplo–; segundo, que la forma en que se realiza la afiliación debe cambiar necesariamente, para que deje de ser rehén de los grupos que se benefician con las candidaturas.

Mantener el tema en sus condiciones actuales, sólo servirá para que la bomba de tiempo estalle en el momento menos oportuno.

¿Podría dar la sorpresa Corral?

Para concluir esta columna, conviene preguntarnos si es posible una victoria de Javier Corral en las actuales circunstancias que vive el panismo. Si bien su movimiento ha crecido en simpatías luego del único debate que protagonizaron, Anaya y sus aliados cuentan con el control de las estructuras estatales para llevarse el triunfo.

La forma en que Ricardo Anaya atacó en el debate a Javier Corral, da una idea de la forma en que quiere ganar la elección interna, en particular si tomamos en cuenta que recabó muchas más firmas que las necesarias para inscribirse en la contienda, de manera similar a Gustavo Madero en su momento.

El tema, entonces, se debe enfocar en el porcentaje de votos que podría obtener Corral Jurado y, a partir de ese dato, la forma en que puede negociar la integración de sus aliados a la Comisión Permanente y algunas carteras en el CEN.

Gustavo Madero y Ernesto Cordero se enfrascaron en una discusión sin sentido, llena de reclamos, tras conocerse los resultados de la votación en la que se reeligió al primero, lo que provocó que de las 40 posiciones que integran la Comisión Permanente, Madero sólo cediera 2 debido, en parte, a la falta de tacto de Cordero Arroyo.

Corral tiene, así, la oportunidad de hacer valer los votos obtenidos y tratar de influir en las decisiones del Partido, aunque sus antecedentes de jugar sólo y para su causa no auguran algo positivo para el PAN en este contexto.

 


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