Niños desde los 12 años de edad están siendo secuestrados desde hacer varios días por integrantes del crimen organizado, con la finalidad de que trabajen en la cosecha de mariguana en al menos seis municipios de la Sierra Tarahumara, denunció Efraín Aguirre Palma, coordinador general de la etnia tarahumara para el Consejo Indígena de Chihuahua.
“Muchos de ellos ya no vuelven, por eso creemos que nos debe ayudar la autoridad, porque para la familia es muy difícil demostrar que el secuestro ocurrió, porque los muchachos no tienen ni papeles, además, cómo no hay trabajo y para evitar que golpeen a sus padres, muchos se van por su propia cuenta”, explicó el líder indígena.
“Es algo que no podemos negar, allí está ese problema, llegan a las casas de los muchachos y los agarran, los trepan y se los llevan; muchos es la última vez que sus padres los vuelven a ver, por eso muchas familias cuando ven que sus hijos van creciendo, se mudan a las ciudades”, explicó.
Dijo que el sentir de los padres de los niños es que están sufriendo el secuestro de sus hijos, “nos ponemos en el lugar de los niños y jovencitos y simplemente no podemos negarlo y necesitamos ayuda”, reiteró.
Por el riesgo que representa el confrontar a los criminales evitó hacer una denuncia específica. “No podemos dar nombres, eso si no me lo pida porque no podemos, pero eso está sucediendo”.
Indicó que en las comunidades en donde se presenta más la situación es en lo profundo de la zona serrana y en la barranca, “es en Guadalupe y Calvo, Batopilas, Morelos, Urique, Uruachi y Chínipas, en toda esa parte de la sierra se está presentando eso ahorita”.
“Muchos de esos muchachos no tienen ni papeles, por eso no aparecen en los números de desaparecidos”, explicó.
Tampoco negó que hoy en día algunos jóvenes indígenas apantallados por los lujos que disfrutan los narcos, así como por la falta de empleos en la sierra, busquen por su propia cuenta trabajar en la cosecha de droga.
“Están dejando solas las escuelas por ésta razón, dejan los estudios en éstas fechas y se van a cosechar, pero como no son suficientes las manos para levantar la cosecha, a la mayoría los agarran de sus casas y se los llevan a la fuerza”, puntualizó.
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