Tzompantli, de Gustavo Monroy, dialoga con los grandes maestros del muralismo en San Ildefonso

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El Colegio de San Ildefonso abrió al público el mural Tzompantli, del artista Gustavo Monroy, una obra de gran formato en óleo sobre tela, de 3.10 metros de alto por 11 metros de largo, que permanece abierta hasta el 29 de marzo de 2026.

Ubicada en el primer piso del patio principal del recinto, la pieza muestra un largo paisaje sembrado con hileras de cráneos, cuya idea se gestó en 2020 durante la COVID-19, a partir del hallazgo de una nueva sección del Huei Tzompantli. 

“A raíz de este nuevo descubrimiento comencé a pintar una larga hilera de cráneos pensando en estas dos realidades: un estado de luto permanente por los muertos de aquellos días de pandemia y en nuestro pasado prehispánico”, contó el artista durante la inauguración. 

Y agregó: “No sabía en 2020 que me estaba atravesando con José Clemente Orozco al pintar mi Tzompantli y que el humo de la Revolución que pintó en estos muros le estaba haciendo ya señales al humo provocado por el fuego que sale de mi oído izquierdo”, explicó sobre la impresión de su propia imagen dentro del mural y como el diálogo con las obras que los grandes maestros crearon en San Ildefonso hace más de un siglo.

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Resaltó que “la memoría personal es frágil, la memoria social, la memoria colectiva, es duradera, y pasa de generación en generación. Pinto para no olvidar, para iluminar estos tiempos oscuros que me ha tocado vivir”. 

En el acto estuvo acompañado por la coordinadora de Exposiciones del Colegio de San Ildefonso, Carmen Tostado; la directora de Proyectos Educativos y responsable del Museo Vivo del Muralismo, Gloria Falcón Martínez; el director de la Red de Museos de la Ciudad de México, José Manuel Rodríguez; así como por el director del Programa de Arqueología Urbana del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), el arqueólogo Raúl Barrera Rodríguez, responsable del hallazgo de Huei Tzompantli.  

Una reflexión sobre la muerte

Como recordó el arqueólogo Raúl Barrera Rodríguez durante la inauguración, el mural nació de una reflexión del artista sobre la muerte representada en los tzompantli, que son precisamente altares formados por cráneos humanos con fines rituales y sagrados. 

“El pasado y el presente se enlazan en esta monumental obra de Gustavo Monroy, quien rinde tributo a quienes en época prehispánica se fueron en la muerte ritual, así como en la reciente pandemia de COVID-19 y quienes han fallecido por la violencia en las primeras décadas del siglo XXI. En la narrativa del mural el espectador se dará cuenta cómo el autor, con valentía, denuncia los grandes atropellos e injusticias que se viven en México”, aseguró el arqueólogo. 

Monroy confirmó dicha declaración durante un encuentro con medios previo a la inauguración, en la que indicó que el hallazgo de la nueva sección del Huei Tzompantli detonó en él la necesidad de crear una obra que conectara el rito prehispánico de la muerte con los procesos sociales actuales.

“Fue una forma de hacer arqueología pictórica. Empecé a escarbar simbólicamente y fui encontrando capas: el Templo Mayor, la época colonial, hasta llegar a la violencia contemporánea”, señaló.

La obra retoma el símbolo del tzompantli como una estructura ritual que evoca no solo la muerte, sino el ciclo permanente de vida, sacrificio y renacimiento. 

“Las dos serpientes representan el viaje de la muerte hacia la vida. Es un canal simbólico, un Mictlán que conecta con la fertilidad”, explicó. En el basamento de la pieza se aprecian líneas de cráneos que dan origen a una narrativa visual que incorpora armas modernas, elementos naturales, ruinas y cielos humeantes: una metáfora del territorio mexicano atravesado por conflictos.

Es también una propuesta que recupera el espíritu didáctico del muralismo clásico. “No se trata de un mural que complique su lectura. Yo quiero que se entienda, que se reconozca la historia y la realidad que estamos viviendo”, afirmó Monroy. 

La obra se integra al recinto mediante paneles móviles, para respetar la arquitectura del patio interior y en diálogo con los murales históricos de José Clemente Orozco, David Alfaro Siqueiros, Fernando Leal, entre otros.

Tzompantli, de Gustavo Monroy, está abierta al público hasta el 29 de marzo de 2026 en el Colegio de San Ildefonso (Justo Sierra 16, Centro Histórico, Ciudad de México). Horario: martes a domingo, de 11 a 17:30 h. Para mayores informes, mapas de acceso y horarios de visitas guiadas, se puede consultar la página oficial: www.sanildefonso.org.mx/visitante

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