Trumpismo «made in China»

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Una de las declaraciones que ha marcado, desde su primer mandato, la presidencia de Donald Trump en Estados Unidos es la que indica que buscará la manera de frenar la competencia china en distintos ámbitos –económico, tecnológico y militar–, para que su país sea la potencia número uno sin discusión.

Desde su campaña electoral más reciente, Donald Trump anunció varias medidas dirigidas a China, enfatizando una postura más firme en las relaciones comerciales y de seguridad. A continuación, se detallan las principales acciones y propuestas:

Aranceles y Comercio:

  • Propuesta de Aranceles Generales: Trump ha propuesto implementar un arancel universal del 10% al 20% sobre todas las importaciones, con sanciones adicionales para países que manipulen sus monedas o participen en prácticas comerciales desleales.

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  • Aranceles Específicos contra China: Ha sugerido imponer aranceles del 60% a los productos chinos y hasta del 100% en automóviles fabricados fuera de Estados Unidos, con el objetivo de reducir la dependencia de las importaciones chinas y fomentar la producción nacional.

  • Fase de Eliminación de Importaciones Chinas: Trump propone un plan de cuatro años para eliminar gradualmente las importaciones chinas de bienes esenciales, como electrónica, acero y productos farmacéuticos, buscando fortalecer la autosuficiencia estadounidense.

Relaciones Diplomáticas y Seguridad:

  • Apoyo a Taiwán: La administración Trump ha mostrado un respaldo explícito a Taiwán, incluyendo visitas diplomáticas y declaraciones de apoyo, lo que ha generado tensiones con China, que considera a Taiwán como parte de su territorio.

  • Fortalecimiento de Alianzas en el Indo-Pacífico: El Secretario de Estado, Marco Rubio, se ha reunido con aliados en la región del Indo-Pacífico, como Australia, India y Japón, en el marco del grupo conocido como «Quad», con el objetivo de contrarrestar la influencia china en la región.

Tecnología y Propiedad Intelectual:

  • Restricciones a Inversiones Chinas: Trump propone obligar a los propietarios chinos a vender cualquier participación que pueda poner en riesgo la seguridad nacional de Estados Unidos y prohibir la propiedad china en infraestructuras vitales en sectores como energía, tecnología y agricultura.

Estas medidas reflejan una estrategia integral para abordar las preocupaciones económicas y de seguridad relacionadas con China, buscando proteger los intereses estadounidenses y reducir la dependencia de las importaciones chinas.

Pero siendo un presidente que representa además de un reto para el mundo entero, un conjunto de contradicciones como lo mostró al dar un plazo de 90 días a la empresa china detrás de TikTok para que pueda seguir operando luego de una resolución de la Suprema Corte estadounidense que ordenaba que dejara de funcionar, ahora vemos que las populares cachuchas con las siglas de su movimiento, MAGA, en realidad son hechas en China, quizá como una muestra de que pese a su belicosidad verbal, Trump ve más a la nación asiática como otra empresa que compite con la suya, por lo que puede haber negocios entre ellos.


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