La reciente controversia generada por las acusaciones del abogado Jeffrey Lichtman, representante de Ovidio Guzmán López, hijo de Joaquín “El Chapo” Guzmán, ha colocado a la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, en una posición delicada. Lichtman, tras la audiencia en Chicago donde Guzmán se declaró culpable de cargos por narcotráfico, criticó al gobierno mexicano, acusándolo de actuar como “brazo de relaciones públicas de una organización narcotraficante”. Sheinbaum respondió desde Culiacán, calificando las declaraciones de “irrespetuosas” y defendiendo la institucionalidad presidencial, una actitud que incluso fue cuestionada por el diario La Jornada, tradicionalmente alineado con Morena. En su editorial “Rayuela”, el periódico sugirió que tales “bajezas” no merecen respuesta, reflejando una división inesperada. Este análisis explora las implicaciones de esta controversia para la imagen de Sheinbaum, su estrategia de comunicación y el impacto en su popularidad, según datos de Roy Campos de Consulta Mitofsky.
El intercambio entre Sheinbaum y Lichtman destaca un desafío en la gestión de narrativas relacionadas con el crimen organizado. La presidenta, al responder directamente, buscó reafirmar la autoridad del Estado frente a las acusaciones de complicidad, un tema sensible dado el historial de negociaciones con cárteles durante la administración anterior. Sin embargo, su intervención ha sido percibida como un error estratégico. La Jornada, en su editorial del 12 de julio de 2025, argumentó que ignorar a Lichtman habría sido más prudente, evitando elevar el perfil de un abogado defensor conocido por su retórica provocadora. Este rechazo, incluso desde un medio afín, sugiere que la respuesta de Sheinbaum pudo haber amplificado el escándalo, proyectando una imagen de vulnerabilidad en lugar de fortaleza.
El contexto agrava la situación. Lichtman, quien también defendió a “El Chapo”, ha escalado el caso a un enfrentamiento político, acusando al gobierno de interferir en los acuerdos de culpabilidad entre Estados Unidos y Guzmán. Sheinbaum, al insistir en que el caso es competencia de la Fiscalía General de la República, intentó desmarcarse, pero su réplica pública fue interpretada como un intento de control de daños. Esto se alinea con el análisis de Roy Campos, director de Consulta Mitofsky, quien en un reporte para El Economista señaló que abordar este tipo de controversias ha afectado la popularidad de la presidenta, cayendo por debajo del 70% por primera vez desde su toma de posesión. Campos atribuye esta baja a la percepción de que el gobierno está más enfocado en defenderse que en resolver problemas estructurales como la inseguridad.
La reacción de La Jornada añade una dimensión crítica. Tradicionalmente, el diario ha respaldado las políticas de Morena, incluyendo la postura de Sheinbaum frente a la delincuencia. Su editorial “Rayuela” del 12 de julio de 2025 marcó un distanciamiento notable, sugiriendo que la presidenta cedió a la provocación de Lichtman, un actor secundario en el caso penal. Esta crítica interna podría indicar una fractura en el apoyo mediático, un recurso clave para Morena, especialmente en un momento en que la administración enfrenta desafíos como la relación con Estados Unidos y la reforma judicial. La desaprobación de un medio aliado subraya la dificultad de mantener una narrativa unificada frente a acusaciones externas.
El impacto en la popularidad de Sheinbaum, según Mitofsky, refleja un cambio en la opinión pública. Con un 70% de aprobación en mayo de 2025, la presidenta había disfrutado de una “luna de miel” prolongada, según el #RankingMITOFSKY. Sin embargo, el manejo del caso Guzmán, combinado con otros temas como la economía débil, ha erosionado ese apoyo. Campos destacó en Radio Noticias 102.7 Veracruz que los ciudadanos exigen resultados tangibles, y las respuestas a polémicas como esta pueden percibirse como distracciones. Esto pone a Sheinbaum en una encrucijada: ignorar críticas futuras podría ser visto como indiferencia, pero responderlas arriesga más daño a su imagen.
A nivel político, este episodio podría influir en las dinámicas dentro de Morena. La crítica de La Jornada sugiere que algunos sectores del partido cuestionan la estrategia de comunicación de Sheinbaum, abriendo espacio para debates internos sobre cómo enfrentar el narco y sus defensores. Además, la controversia refuerza narrativas opositoras que acusan al gobierno de inconsistencia en su lucha contra el crimen, un tema que podría resurgir en las elecciones intermedias de 2026.
En conclusión, la respuesta de Sheinbaum a Lichtman ha generado un revés inesperado, cuestionado incluso por aliados como La Jornada y reflejado en una caída de su popularidad. Este caso pone a prueba su capacidad para gestionar crisis mediáticas y mantener el apoyo interno, con implicaciones que podrían moldear su presidencia en un contexto de alta polarización.
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