La detención de Ismael «El Mayo» Zambada el 25 de julio de 2024 en El Paso, Texas –luego de su secuestro en Sinaloa–, marcó un punto de inflexión en la dinámica del narcotráfico en México, desencadenando una reconfiguración significativa en el panorama criminal del país. Este evento, combinado con la entrega de Joaquín Guzmán López, hijo de Joaquín «El Chapo» Guzmán, intensificó las tensiones internas dentro del Cártel de Sinaloa y dio paso a nuevas alianzas estratégicas, particularmente entre la facción de Los Chapitos y el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG). Este análisis examina los reacomodos de los cárteles tras la captura de Zambada, la formación de esta alianza y sus implicaciones para el equilibrio de poder criminal en México, manteniendo un enfoque objetivo y basado en información disponible.
Contexto de la Detención de Zambada
Ismael «El Mayo» Zambada, cofundador del Cártel de Sinaloa, fue una figura central en el narcotráfico mexicano durante décadas, conocido por su enfoque estratégico y discreto en el manejo de operaciones criminales. Su detención, que Zambada afirmó fue resultado de una traición por parte de Joaquín Guzmán López, quien presuntamente lo secuestró y lo entregó a las autoridades estadounidenses, exacerbó las divisiones preexistentes dentro del Cártel de Sinaloa. Este cártel, históricamente uno de los más poderosos de México, ya enfrentaba tensiones entre la facción de Los Chapitos, liderada por los hijos de «El Chapo» (Iván Archivaldo y Jesús Alfredo Guzmán Salazar), y La Mayiza, ahora encabezada por Ismael Zambada Sicairos, alias «El Mayito Flaco», hijo de Zambada.
La captura de Zambada debilitó significativamente a La Mayiza, ya que perdió a su líder estratégico, lo que creó un vacío de poder que intensificó la lucha interna por el control del cártel. Desde septiembre de 2024, Sinaloa, el bastión del cártel, ha sido escenario de una violenta guerra fratricida que, según reportes, ha dejado más de 600 asesinatos y cerca de 800 desapariciones. Esta situación de inestabilidad abrió la puerta a reacomodos territoriales y alianzas tácticas entre otros actores criminales.
La Alianza entre Los Chapitos y el CJNG
Uno de los desarrollos más significativos tras la detención de Zambada es la formación de una alianza entre Los Chapitos y el CJNG, liderado por Nemesio Oseguera Cervantes, alias «El Mencho». Históricamente, ambos grupos han sido rivales, compitiendo por el control de plazas clave como Zacatecas, Jalisco, Guanajuato, Baja California, San Luis Potosí y Chiapas. Sin embargo, la presión ejercida por La Mayiza, respaldada por aliados como el Cártel del Noreste (CDN), llevó a Los Chapitos a buscar una colaboración estratégica con el CJNG para contrarrestar esta amenaza.
Según reportes de Illicit Investigations, las negociaciones entre ambos grupos comenzaron días antes de la captura de Zambada, en una reunión secreta en un rancho en Pachecos, Nayarit, controlado por el CJNG. En este encuentro, representantes de Los Chapitos, como Abdiel Guzmán Araujo, y del CJNG, liderados por Audías Flores Silva, alias «El Jardinero», acordaron compartir recursos, incluyendo sicarios, armas, dinero, contactos y territorios, con el objetivo principal de debilitar a La Mayiza. Esta alianza, confirmada por la DEA en su informe National Drug Threat Assessment 2025, ha dado como resultado unas «Fuerzas Especiales Unión» (FEU), que utilizan como símbolo por un parche que combina un gallo (representando al CJNG) y una porción de pizza (símbolo de La Chapiza).
Implicaciones de la Alianza
La alianza entre Los Chapitos y el CJNG tiene el potencial de reconfigurar el mapa criminal en México. Según la DEA, esta colaboración podría expandir los territorios, recursos, poder de fuego y acceso a funcionarios corruptos de ambos grupos, alterando el equilibrio de poder criminal existente. El CJNG, que ya controla 28 estados según AC Consultores, podría consolidar su presencia en regiones del norte como Sonora, Chihuahua, Sinaloa y Coahuila, mientras que Los Chapitos podrían expandirse hacia estados clave del centro y sur, como Nayarit, Jalisco, Colima, Michoacán, Guanajuato, San Luis Potosí, Puebla y Veracruz.
Esta alianza estratégica busca debilitar a La Mayiza, particularmente en plazas disputadas como Zacatecas, Chiapas y Nayarit, que pasarían al control del CJNG, mientras Los Chapitos consolidarían su dominio en Sinaloa, Durango, Sonora y Chihuahua. Sin embargo, la colaboración no está exenta de tensiones. La historia de rivalidad entre ambos cárteles, marcada por eventos como el secuestro de los hijos de «El Chapo» por el CJNG en 2016 en Puerto Vallarta, sugiere que la alianza es más táctica que estructural, motivada por la necesidad de enfrentar un enemigo común.
Otros Reacomodos en el Panorama Criminal
La detención de Zambada también ha impulsado otros reacomodos en el narcotráfico mexicano. La Mayiza, liderada por «El Mayito Flaco», ha buscado fortalecer su posición mediante una alianza con el Cártel del Noreste, que facilita la distribución de drogas como fentanilo, metanfetamina y cocaína a través de rutas controladas por el Cártel de Sinaloa. Esta colaboración ha permitido a La Mayiza mantener cierta influencia, especialmente en el noreste de México, a pesar de la pérdida de su líder.
Por otro lado, cárteles como la Familia Michoacana, dividida en facciones como la Nueva Familia Michoacana y Cárteles Unidos, han mantenido su presencia en regiones como Guerrero, Michoacán, Morelos y el Estado de México, aunque no han jugado un papel central en el conflicto de Sinaloa. El Cártel del Golfo, históricamente dominante en Tamaulipas, ha perdido terreno frente al CJNG, que ha establecido presencia en municipios como Reynosa y San Fernando.
Impacto en la Seguridad y la Política
La alianza entre Los Chapitos y el CJNG plantea serios desafíos para la seguridad en México. La DEA advierte que esta colaboración podría incrementar el flujo de drogas hacia Estados Unidos, particularmente fentanilo mezclado con xilazina, y el tráfico de armas hacia el sur. Además, la intensificación de la violencia en Sinaloa y otros estados disputados ha generado un clima de terror, con cierres de negocios, desplazamientos forzados y un aumento en homicidios y desapariciones.
En el ámbito político, la situación se complica por las acusaciones de vínculos entre funcionarios mexicanos y el narcotráfico. Reportes de ProPublica señalan rumores de revocación de visas estadounidenses a políticos mexicanos, incluyendo líderes de Morena, gobernadores y exsecretarios, por presuntos lazos con cárteles. Estas tensiones, combinadas con la retórica de la administración Trump sobre una postura dura contra el narcotráfico, podrían presionar al gobierno mexicano para intensificar sus esfuerzos contra el crimen organizado, aunque la corrupción sistémica sigue siendo un obstáculo.
Conclusión
La detención de Ismael «El Mayo» Zambada ha desencadenado una reconfiguración significativa en el narcotráfico mexicano, marcada por la alianza entre Los Chapitos y el CJNG contra La Mayiza. Este pacto, aunque táctico, podría consolidar un megacártel con influencia nacional e internacional, alterando el equilibrio criminal en México. Sin embargo, la fragilidad de esta colaboración, las alianzas rivales de La Mayiza y la persistente violencia sugieren que los reacomodos continuarán generando inestabilidad. La respuesta del gobierno mexicano y la presión internacional serán cruciales para mitigar el impacto de estas dinámicas en la seguridad y la gobernabilidad del país.
There is no ads to display, Please add some