Políticos vs Políticos: ¿La víctima? El Pueblo

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Fue muy «suigeneris» la conferencia de prensa entre el Presidente Electo y el Presidente saliente de México.

Ambos rodeados de su séquito real que los protegía del agandalle, malas vibras, mal de ojo del otro.

Llamó la atención de que el antes miembro de la Mafia del Poder, y de un momento a otro en el reciente pasado se redimiera y fuera perdonado sin mayores explicaciones, fuera tan dócil y que el «Electo» fuera tan perdona vidas. Uno derrotado y sumiso y el otro asumiéndose como el matón de pueblo.

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En los discursos pronunciados en el evento, Peña Nieto habló de visiones diferentes, la de él y la del «electo», que de hecho no lo son, y El Abuelo Obrador expresó con sus eternas y soporíferas pausas de la única verdad que reconoce, la suya, que en realidad es un clon de los discursos del más añejo priismo y de los discursos bolivarianos.

Embargado por la emoción de saberse poderoso, de que tiene en su puño la voluntad del presidente saliente, aceleró algunas milésimas de segundo su discurso, quizás para darle un efecto más dramático, y pausado.

Saboreando cada palabra hizo un recuento de todo lo que le va a destruir al saliente, la Reforma Energética, la Educativa, la de Seguridad, y un pausado y muy laargo Etc.

En el discurso reseñó como remodelaría a la Secretaría de Gobernación, como desmantelaría a la Secretaría de Seguridad Pública, Como destruiría la Reforma Educativa.

Peña Nieto en el otro extremo del podio oia atónito y silencioso como su legado sería destruido, borrado de la faz de la tierra, demolido y etiquetado como desperdicio de esfuerzos y dineros públicos.

Ante las preguntas de la prensa, después del evento, Peña Nieto solo pudo decir «son visiones diferentes».

Ambos personajes, al inicio de sus respectivos mandatos buscan trascender en la historia.

Peña Nieto hace seis años indudablemente soñaba con los laureles y odas que darían cuenta en la historia de su legado, pero la triste realidad poco a poco a lo largo de esos seis años fue desdibujando su sueño y lo fue convirtiendo en una penosa realidad de la que no se podía desprender, del «se los firmo y se los cumplo» pasó a ser el presidente más impopular y denostado de la historia. Seis años de una gestión anodina, fracasos, muchos hechos de corrupción, su gobierno se colmó de malas decisiones que ensombrecieron lo poco que pudiera haber hecho bien.

 Peña Nieto y su partido cuando fueron oposición se dedicaban a sabotear las famosas Reformas Estructurales que tanto Fox como Calderón trataban de implementar, sobran los videos, declaraciones y entrevistas en donde se ve y oye a Beltrones y otros muchos políticos del PRI afirmando que las reformas no pasarían, que eran delirios, pero cuando por fin fueron gobierno desempolvaron las famosas reformas que antes rechazaban y se propusieron sacarlas todas adelante, la Electoral, la Energética, la Eductaiva, la Laboral, etc.

Mientras Peña lograba sacar adelante las Reformas que antes había saboteado, tenía que enfrentar a su propio saboteador que trataba de echar las Reformas de Peña para abajo, ¿ya adivinó quién? el Abuelo Obrador, que a través de los 12 años que duró su campaña presidencial siempre pugno porque no se hicieran o se lograran implementar las famosas Reformas Estructurales.

Durante todo su gobierno se decía que el gran logro que Peña Nieto le dejaría al país sería la implementación de las famosas Reformas Estructurales.

La Energética, la Laboral, la de Competencia Económica, Hacendaria, Financiera, Ley de Amparo, El Sistema Penal Acusatorio, la Política Electoral, Transparencia y la Educativa.

Por un lado se considera un gran avance que en México se hayan implementado esas reformas que no son perfectas, pero si perfectibles, y por el otro el Mesías con sus eternas y desesperantes pausas que lo hace parecer adicto al Tafil, si ya vi la temporada uno, amenaza con desmantelar las famosas Reformas, en especial la educativa.

Dejar un legado para la historia, es la ambición de todo presidente, todos los presidentes que ha tenido México han prometido, y creo que lo han hecho sinceramente, no fallarle al pueblo de México, quizá la promesa se haga en momentos de euforia y mirando hacia el futuro en donde los mandatarios se ven en las páginas de los libros de historia o también solo sea un discurso hueco pero lo han prometido y lo seguirán prometiendo, en pocos meses oiremos de nuevo esa promesa «No les voy a fallar».

En estos días de la famosa y tensa transición estamos siendo testigos de un hecho inédito y sorprendente, nunca antes en la historia de un presidente electo se había visto forzado por la realidad a desmentirse a si mismo antes de tomar poseción, es completamente nuevo, pero no ha pasado un dia sin que el Abuelo Obrador salga y tenga que decir que lo que prometió ya no se va a cumplir.

La única promesa que el Abuelo Obrador sigue repitiendo como autómata en cámara lenta es «que     la      reforma        educativa       se       va     a    derogar» las razones que expresa son tan vagas que lo único que reflejan es que tiene que pagarle el favor a la CNTE por el dinero y apoyo recibido para su campaña.

Pero las similitudes entre Peña y el Abuelo no terminan ahí, para ambos la mediocridad y su carencia total de imaginación, lo único que logró el saliente y logrará el entrante es parafrasear lo que otros han dicho.

También estamos viendo como el Abuelo Obrador hace una pésima reinterpretación a la mexicana de los actos del Loco Donald Trump.

El Abuelo, busca pasar a la historia como el presidente que reconstruyó a México, copiando descaradamente la estrategia de Trump que al llegar al gobierno ha intentado eliminar la reforma financiera, el acuerdo climático, el Seguro Médico, el acuerdo con Cuba, migración, todos los logros que se le adjudicaban a Barack Obama son ahora el blanco del nuevo Presidente El Loco Trump, con el pretexto de que todo estaba mal, que eran un fracaso y sólo él podría «Hacer grandiosa de nuevo a América».

El abuelo Obrador pretende hacer lo mismo, en sus sueños megalomaniáticos cree que para que su imagen y legado perduren primero debe destruir lo que ya está hecho, sin importar si está bien, regular o mal, destruir todo para el volverlo a construir, así la historia nombrará cada una de sus grandes obras, así podrá llevar a cabo «La Cuarta Transformación».

Estimado lector junte usted las dos frases de los dos locos «Make America Great Again» y «La Cuarta Transformación» ¿no le parece que ambas frases salen de cerebros enfermos?

Para reconstruir a México primero hay que destruirlo, para que todo se le pueda acreditar al Mesías, para que no haya punto de comparación.

Pero está visión mafufa del México López Obradorista se va desdibujando aceleradamente, aún no toma posesión y ya muchas de sus promesas que durante 12 años nos venía recitando hasta el cansancio se han tenido que echar para atrás.

El ejército seguirá en las calles, siempre si se hará la Guardia Nacional, no bajará el precio de la gasolina, los gasolinazos seguirán, de hacer 8 refinerías nuevecitas se pasó a sólo modernizar dos de las ya existentes.

Las diferencias de criterios entre el abuelo Obrador y su séquito ya son evidentes.

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La vergonzosa carta que envió el Abuelo Obrador a El Loco Trump en la que prácticamente acepta todos los términos que el presidente del vecino país del norte ha impulsado durante su mandato. Carta que mereció un comentario durante un mitin del Loco Trump «me va mejor con el nuevo presidente de México que con el capitalista»

El doblar las manos en el TLCAN a petición del grupo asesor del abuelo Obrador y ceder a todas las exigencias de Trump solo para evitar que su grupo de «expertos negociadores» tuvieran que concluir las negociaciones del tratado ya siendo presidente.

Esta docilidad y falta de valor del Abuelo Obrador fue confirmada por la canciller canadiense Chrystia Freeland «México hizo importantes concesiones».

Las negociaciones del TLCAN ya llevaban todo un año y estaban entrampadas en los temas del capítulo 19 el de la resolución de controversias que El Loco Trump desde el inicio quiso eliminar, el grado de contenido nacional en el que Trump exigía que los autos tuvieran más partes de Estados Unidos .

Ildefonso Guajardo dio una explicación que aclara mucho «Negociador de AMLO fue fundamental para lograr acuerdo con EU en TLCAN» «después de la elección era evidente que si México iba a tener este compromiso tenía que ser por la voluntad de dos gobiernos, uno constitucional y uno en transición, porque una cosa es que el ejecutivo firme y otra cosa es que el legislativo lo apruebe”

Y los desencantos siguen, mire usted, una publicación de la ONG,  Por México Hoy, titulada «El nuevo gobierno y lo que sigue» en donde los coordinadores fueron Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, Carlos Lavore y Victor García Zapata en la página 4 dice:

» No obstante, medios y analistas identifi­can a AMLO y Morena como ‘la izquierda mexicana’, aunque no hay elementos signi­ficativos en la propuesta política y en las prácticas e ideologías del conjunto de su futuro gabinete, que permitan caracterizarlos como tales.»

Este fue el gran engaño que el charlatán el Abuelo Obrador logro vender a sus seguidores, logró confundir a la izquierda mexicana y sus simpatizantes haciéndose pasar como de izquierda cuando en realidad es profundamente conservador.

¿No ha notado el lector de esta columna que en los temas en donde la izquierda tiene intereses el Abuelo Obrador no se manifiesta y deja de lado esos asuntos?

¿No ha notado que el Abuelo Obrador no ha nombrado a ningún personaje de la izquierda mexicana en su gabinete?

A puesto a sus focas aplaudidores como Paco Ignacio Taibo II en puestos irrelevantes para mantenerlos callados.

Y su gabinete, y sin ser para nada exagerado, lo conformó con puros personajes de edad avanzada, de la tercera edad, con mayor edad incluso que la que tiene el autor de esta columna.

En resumen todo esto ha sucedido y aún el Abuelo Obrador no asume la presidencia, las similitudes hasta en los errores de los populistas las estamos viendo ahora sucediendo en nuestro país, las similitudes entre Peña Y Obrador y entre Obrador y Trump, pero eso si, seguimos oyendo el mismo discurso populista y fracasado, ese discurso de destruir lo hecho para volverlo a construir, lo han dicho y les ha salido mal a Fidel Castro, Hugo Chávez, Cristina Fernández,  Evo Morales, Daniel Ortega, Lula Da Silva, el Loco Donald Trump. Todos estos sin excepción han terminado con acusaciones muy serias de abuso, fraudes electorales, nexos con delincuentes, enriquecimiento a expensas del poder que han tenido

Ahora México tiene a su tiranozuelo, el Abuelo Obrador, y como dijo un amigo venezolano (ver mi columna de la semana pasada) si no hay una oposición fuerte, el senil tirano hará de las suyas.

Y los que pagarán los platos rotos como siempre serán los ciudadanos, hayan votado o no por el Neo Tirano.

 

@EnriqueDavilaV


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