El Grupo de Trabajo de las Naciones Unidas sobre Desapariciones Forzadas e Involuntarias lamentó que en México hay pocos avances en la implementación de las recomendaciones para resolver esta problemática.
Al publicar el Informe de seguimiento a las recomendaciones formuladas por el Grupo de Trabajo de la ONU sobre Desapariciones Forzadas e Involuntarias, misiones a México y Timor Oriental ante el Consejo de Derechos Humanos de este organización internacional, el equipo de trabajo afirmó que “le resulta preocupante la situación deteriorada que prevalece en México”.
El Grupo de Trabajo de la ONU también coincidió con la información del Comité contra la Desaparición Forzada quien en febrero pasado que “la información recibida por el Comité ilustra un contexto de desapariciones generalizadas en gran parte del territorio del Estado parte, muchas de las cuales podrían calificarse como desapariciones forzadas”.
“El Grupo de Trabajo sigue consternado porque el derecho de acceso a la justicia y el combate a la impunidad permanecen como el principal reto en México. La impunidad generalizada perdura como un patrón crónico. La alarmante impunidad favorece la perpetración de las desapariciones forzadas”, aseveró.
Agregó que en México no existe un diagnóstico nacional sobre el problema de la desaparición forzada de personas que permita desarrollar las medidas integrales y efectivas para su prevención, erradicación, investigación, sanción y reparación.
“Esta falta de reconocimiento cabal a la dimensión del problema se evidenció de manera cruda con la desaparición forzada de 43 estudiantes normalistas en Iguala, Guerrero, en septiembre de 2014, y las investigaciones tardías y deficientes que le siguieron; con las estadísticas oficiales, que aún con sus limitaciones, muestran una situación particularmente crítica, así como con el descubrimiento de fosas clandestinas en diversas partes de la República”, expuso.
Señaló que si bien el Estado mexicano indicó que enfrenta retos y desafíos en materia de derechos humanos, incluyendo la desaparición forzada, el grupo de la ONU constató que “el incipiente reconocimiento discursivo al problema de la desaparición forzada no ha sido consistente, uniforma y homogéneo entre todas las autoridades, ni al más alto nivel”.
“Tampoco ha habido un reconocimiento respecto de la dimensión del problema, tal y como lo recomendó el Grupo de Trabajo”, criticó.
Por lo tanto, alentó al gobierno a aceptar la competencia del Comité contra la Desaparición Forzada para recibir y examinar comunicaciones individuales e interestatales como lo establecen los artículos 31 y 32 de la Convención Internacional para la Protección de todas las Personas contra las Desapariciones Forzadas.
“El Grupo de Trabajo reitera su pesar por los pocos avances registrados en la implementación de sus recomendaciones. Los grandes desafíos detectados por el Grupo de Trabajo durante su visita y plasmados en su informe de misión aún perduran. Salvo excepciones, la impunidad prevalece, los hechos no se esclarecen y las víctimas no reciben una adecuada e integral reparación. Esta realidad puede y debe ser transformada”, advirtió.
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