En el contexto del famoso “apagón analógico”, el Senado se convirtió en campo de batalla para tratar de alcanzar una pausa en la decisión que indica al 31 de diciembre de este año como la fecha en que cesarían las transmisiones de televisión analógica para dar paso a la emisión digital de señales. Pero más allá de la discusión acerca de esta medida, los protagonistas de esta batalla son legisladores panistas principalmente, lo que demuestra que el PAN no cuenta con acuerdos internos para este tipo de temas.
Cada quien por su lado
Las crónicas periodísticas, como la de Martha Anaya en 24 Horas, no dejan lugar a dudas: el panismo sigue enfrentado por algunos temas como el apagón analógico, que algunos senadores azules proponen posponer, en tanto otros tratan de que siga en los términos planteados.
No es la primera vez que asistimos a un enfrentamiento entre panistas en alguna de las cámaras u otra instancia de gobierno. Es cada vez más común que el Partido no llegue a acuerdos internos para que sus integrantes actúen en bloque en temas de interés, aunque a veces sí se logra acordar –aunque luego surjan voces que hablan de imposiciones– y se vote de manera uniforme en asuntos específicos.
En la administración de Gustavo Madero era común oír quejas de los diputados panistas por las órdenes que recibían del CEN para votar en determinado sentido, pues muchos alegaban que debían responder a las necesidades de sus electores y no a los intereses del Partido. Se trata de un debate interno que no ha sido resuelto, pues en ocasiones se margina al legislador azul que vota de acuerdo a lo que cree que debe ser y no según lo dictado por el CEN, como fue el caso de Francisco Paoli hace ya varias legislaturas.
A lo anterior se suma la falta de definición en asuntos específicos, como el caso de la legalización de la marihuana, que hacen que el Partido asuma como propios lo que en realidad son posturas personales de diputados, senadores, dirigentes locales o líderes estatales.
Respecto al tema del apagón, si bien uno de los protagonistas es Javier Corral –que ha demostrado en más de una ocasión cambiar de opinión o de bando como quien cambia de calcetines–, su conducta puede afectar sus aspiraciones a la gubernatura de Chihuahua, que se disputa el año entrante, por la forma en que está sumando enemigos a cada paso que da. Luis Soto en 24 Horas nos recuerda su última acción en este sentido.
Migajas
Varios detalles interesantes se desprenden de la encuesta que dio a conocer El Universal esta semana, como que los negativos de Margarita Zavala y Ricardo Anaya son mínimos, no así los de Rafael Moreno Valle, además de que este trio puede ser el que dispute la elección interna a finales de 2017 o principios de 2018, dejando fuera del elenco a Gustavo Madero o Miguel Márquez.
Opacada por otras notas, se dio a conocer la información de una impugnación que presentó el PAN en contra de la decisión de quitar el registro al PT, partido con el que no había mucha relación.
Si hay un panista que sigue generando críticas en su contra ese es Jorge Romero, coordinador de los integrantes del GPPAN en la ALDF y exjefe delegacional en Benito Juárez. En la semana que concluye, fue protagonista en algunas notas y columnas en donde se le señalaba por influir en la contratación de su suegra en la delegación que antes administró, como apunta Manuel López San Martín en su columna del diario La Razón.
Y después de que se diera a conocer la información que, una vez más, puso mal a Romero, la cuenta de Twitter del PAN DF, @PANDF, fue hackeada para reenviar mensajes en donde el exjefe delegacional queda mal parado. ¿Coincidencia?
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