La economía mexicana recibió un respiro importante al cierre de octubre de 2025. De acuerdo con la información revisada publicada por el Banco de México (Banxico), la balanza comercial del país logró revertir la tendencia negativa observada el mes previo, registrando un superávit de 606 millones de dólares. Este resultado contrasta notablemente con el déficit de 2,400 millones de dólares que se reportó en septiembre, enviando una señal de recuperación en el intercambio de mercancías con el mundo.
El motor principal de este cambio de rumbo no se encuentra en el sector energético, sino en la fortaleza de la industria nacional y el comercio exterior de bienes manufacturados. El reporte detalla que el saldo positivo fue posible gracias a un repunte en la balanza de productos no petroleros, que pasó de números rojos en septiembre a un superávit de 2,736 millones de dólares en octubre. En total, el valor de las exportaciones mexicanas alcanzó los 66,133 millones de dólares, lo que representa un crecimiento anual del 14.2%.
Para los analistas y observadores de la política económica, es crucial destacar la dependencia continua del mercado estadounidense. Las ventas al vecino del norte, que representan la gran mayoría de nuestras exportaciones no petroleras, crecieron a una tasa anual del 17.1%. Esto confirma que la tracción económica de Estados Unidos sigue siendo el principal dinamizador de las ventas mexicanas al exterior.
Sin embargo, el reporte revela un comportamiento de «luz y sombra» dentro del sector manufacturero. Mientras que las exportaciones manufactureras totales crecieron un 17.4%, el sector automotriz —históricamente la joya de la corona exportadora— sufrió un tropiezo significativo con una caída del 14.0%. Este descenso fue compensado por un desempeño extraordinario en otras manufacturas, que se dispararon un 34.8%, impulsadas principalmente por maquinaria, equipo especial y productos de la minerometalurgia.
Por otro lado, el sector petrolero continúa mostrando signos de debilidad estructural. Las exportaciones petroleras sufrieron un desplome del 29.8% anual, sumando apenas 1,820 millones de dólares. Factores como la caída en el precio de la mezcla mexicana y la volatilidad del volumen exportado siguen pesando sobre las finanzas energéticas del país.
En cuanto a las compras que México hace al exterior, las importaciones crecieron un 12.8% anual. Un dato que debe encender alertas en el análisis político-económico es la reducción del 7.4% en las importaciones de bienes de capital. Dado que estos bienes son esenciales para la inversión productiva y el equipamiento de empresas, su caída podría sugerir cautela por parte del sector privado hacia el futuro inmediato.
En el acumulado de los primeros diez meses de 2025, la balanza comercial presenta un déficit total de 2,321 millones de dólares. Aunque el mes de octubre ofrece un respiro, los retos en la plataforma petrolera y la inversión fija bruta siguen siendo temas pendientes en la agenda económica nacional.
