La Falla de San Andrés o las peripecias de López

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Para hablar de política usaremos un poco conceptos de la geología. Primero definiremos lo que es una falla geológica: es una ruptura estructural que se da por la tensión acumulada que provocan dos fuerzas antagónicas (tensión o compresión) en una roca o conjunto de rocas.

Algunas de las características que siempre están asociadas a las fallas geológicas es que cuando finalmente se da esta ruptura estructural, hay un gran sismo asociado a ellas, es por eso que siempre oímos decir a los estudiosos que los sismos siempre están asociados a las fallas geológicas.

Hay varios tipos de fallas geológicas, normales, inversas, de translación y las rotacionales y sus orígenes también son variados pero principalmente están asociadas al tectonismo, a los volcanes, etc.

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La forma de distinguir una falla geológica es cuando en el campo vemos alineamientos o cicatrices lineales, rectos o poco curveados y que ponen en contacto rocas de diferentes composiciones y de distintas edades que no deberían estar en contacto.

Algo que siempre caracteriza a las fallas geológicas es que lo más reciente o nuevo queda en contacto con lo viejo y que cuando se producen estos rompimientos geológicos siempre está asociado un sismo cuya magnitud dependerá del tamaño del desplazamiento que tenga la falla. Mientras más desplazamiento hay en la falla mayor será el sismo.

Las evidencias más dramáticas o llamativas es cuando vemos la destrucción de las construcciones del hombre gracias a estos movimientos naturales de la tierra.

En México poco a poco, hemos logrado tener avances en el perfeccionamiento de su democracia, en el mejoramiento de su economía, en la impartición de justicia, en la lucha contra la corrupción, hemos tenido un gran avance social, los mexicanos nos hemos dado instituciones, aún imperfectas, pero que poco a poco van mejorando las condiciones de vida de los ciudadanos. El avance no ha sido fácil y ha sido lento, pero con el paso del tiempo hemos ido superando las resistencias y logrado dar pasos hacia adelante, algunas veces muy pequeños y otras más grandes. Falta mucho por avanzar, ya lo dijimos.

Somos una economía que en los últimos años siempre ha estado en continuo crecimiento, no como quisiéramos, a pesar de las constantes grandes crisis financieras que han recorrido el mundo. México ha podido crecer mientras que muchos países en el mundo han tenido crecimientos negativos.

Quedan temas pendientes y no por ello menos importantes para la sociedad, la seguridad, la inequidad en la distribución de la riqueza y la corrupción, flagelos a los que la sociedad mexicana es muy sensible.

Ahora a punto de que empiece el nuevo gobierno tenemos que se acerca una gran ruptura semejante a las fallas geológicas, estamos contemplando en estos días movimientos estructurales que pretenden, a decir de los que los provocan, poner en contacto al pueblo de México con una nueva forma de hacer política, más transparente, menos viciada y que sentará las bases de una nueva democracia, pero que en realidad no son más que el reflejo de una despiadada lucha interna dentro del nuevo PRIMOR en la que sus miembros buscan delimitar sus nuevos cotos de poder.

Los ganadores de la pasada elección, divididos en bandos, presumen su poderío haciendo aspavientos y anuncios en los medios de comunicación con consignas y declaraciones que buscan generar notas periodísticas que parecen ser salidas de enfermas y delirantes mentes, que han obligado a que el #AbueloObrador salga a decir al estilo de «te lo digo a ti Pedro para que me oigas Juan» de que no será rehén de nadie, aprovechando las manifestaciones de inconformidad de los gobernadores de oposición.

Pero en realidad la presión ha subido tanto en las filas del obradorismo que ya tiene visos de ruptura.

El #AbueloObrador durante más de una década afirmó que bajaría el precio de la gasolina, dijo que no tendría un papel sumiso frente a las políticas imperialistas, prometió perdonar a los corruptos y darle amnistía a los delincuentes, declaró que en los primeros meses de su mandato crearía un millón de empleos, que bajaría el precio de las gasolinas, que acabaría con la inseguridad y la corrupción, que sacaría al ejército de las calles, declaró que el ejército fue el culpable de la muerte de los 43 de Ayotzinapa, de la masacre de San Fernando y en noticias publicadas el 12 de febrero del 2017 el #AbueloObrador acusó falsamente a la Marina de masacrar a jóvenes en Tepic; además, recientemente dijo que daría trabajo a los migrantes.

A sólo unos días de tomar posesión su discurso ha cambiado y ahora dice que no bajará el precio de las gasolinas, que se olvidará de los corruptos y mafiosos, que la situación resultó ser peor que la que el creía y que va a ser difícil cumplir con todo lo que prometió y que el ejército seguirá en las calles.

A solo unos días los actos del futuro presidente de la república ha sacado ha relucir las peores prácticas de corrupción, con encuestas amañadas que buscan demostrar que el tiene el poder, pero que en realidad su propia gente se va desencantando, en la segunda consulta participaron 100 mil personas menos que la anterior.

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El carácter autoritario que se esconde detrás de un discurso divagante emerge ahora y la sociedad mexicana hoy, gracias al #AbueloObrador, entra en contacto con las más detestables prácticas antidemocráticas, actos de corrupción política como el totalitarismo, el nepotismo, el influyentismo, actos que poco a poco se habían ido erradicandos, ahora quedan, una vez más, expuestos, desenterrados y vueltos a poner en práctica por el #AbueloObrador y su partido el PRIMOR.

El movimiento de seudo reconstrucción del #AbueloObrador se parece al movimiento de los fundamentalistas del Estado Islámico que creen que todo lo que sea diferente a su creencia es herético y por eso destruyeron a su paso monumentos históricos con el pretexto de que eran homenajes sacrílegos. Irracionalidad y fanatismo en los dos casos.

Hoy el #AbueloObrador se erige como un nuevo Ayatolá mexicano que todo lo sabe y que no acepta razones, que simula oir a los inconformes, pero que aplica a rajatabla sus obsoletas creencias sin importar cuánto daño le hagan a la sociedad, pretende en su delirio querer ser y pasar a la historia como un héroe y ser venerado como un santo y para eso tiene que destruir, al igual que los santurrones del Estado Islámico, todo aquello que considera herético.

Las fallas geológicas son fenómenos naturales destructivos y, como se dijo al inicio, que siempre ponen en contacto capas modernas con capas primitivas.

En la política mexicana tenemos ahora la Gran Falla de San Andrés. Un fenómeno destructivo que lleva a nuestra emergente sociedad a tener contacto con prácticas sepultadas hace mucho tiempo, nos lleva a un retraso de más de 40 años.

Nos lleva a querer implantar prácticas obsoletas que el santurrón #AbueloObrador, anquilosado, cree que lo llevarán a que el mundo reconozca que su religión es la única y verdadera y que él es el santo, el héroe.

El futuro del #AbueloObrador es que el mundo recuerde su paso por la historia como #LaFallaDeSanAndrés, el sueño fundamentalista de un anciano delirante que quiso imponer a la sociedad mexicana sus delirios de grandeza.
Causará mucho daño, destruirá muchos de los avances políticos y sociales que hemos logrado, su pasó sacará las peores prácticas de la política, pero finalmente será removido y recordado como un santurrón delirante y su caso será revisado en el futuro como #LaFallaDeSanAndrés.

@EnriqueDavilaV


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