El gobernador de Morelos señaló que Gisela Mota Ocampo rechazó la seguridad que se le ofreció debido a su postura política
El gobernador de Morelos, Graco Ramírez, afirmó que la alcaldesa de Temixco, Gisela Mota Ocampo, quien fue asesinada el pasado sábado a un día de haber tomado posesión, le manifestó que tenía presiones del crimen organizado, pero que ella rechazó la seguridad que se le ofreció.
Sobre Cuauhtémoc Blanco, edil de Cuernavaca, comentó que en una conversación le manifestó que sus jefes del Partido Socialdemócrata (PSD) de Morelos tienen vínculos con el grupo criminal de Guerreros Unidos y que al negarse al Mando Único les permite reinstalarse en la capital de Morelos.
A esto, comentó que Blanco lo invitó a hacer un recorrido por Cuernavaca, para que viera que los ciudadanos rechazan el Mando Único, pero el gobernador rechazó la invitación.
En entrevista con Primero Noticias, Graco Ramírez agregó que el ex futbolista le aseguró que le “romperá la madre” a los regidores que se opongan a sus decisiones.
Sobre la ejecución de la alcaldesa de Temixco, el mandatario morelense destacó que Gisela Mota Ocampo habló con el secretario de seguridad y con el de gobierno del estado, a quienes les comentó que los delincuentes pedían que no se implementara el Mando Único en Temixco.
Confirmó que una célula del grupo criminal de Los Rojos perpetró la ejecución de Mota Ocampo.
Subrayó que son un total de seis personas las que perpetraron el atentado, de las cuales dos fueron abatidas y tres detenidas. Detalló que están ubicados un menor de edad, una mujer y el líder de la célula criminal. Agregó que esperan que en dos semanas desmantelen a esta célula delincuencial.
Asimismo, aseguró que ha conversado con 32 de los 33 alcaldes electos y algunos, que fueron levantados, le manifestaron que el crimen les pidió no hacer caso al gobernador en materia de seguridad, control de las obras y el 10 por ciento del presupuesto que recibieran.
Policía estatal toma control de seguridad en Cuernavaca
Con base en el artículo 115 de la Constitución, el gobernador declaró estado de emergencia y asumió la seguridad en Cuernavaca desde el primer minuto de este lunes, a pesar de que el alcalde Cuauhtémoc Blanco se opone.
Graco Ramírez destacó que la policía estatal tomó las instalaciones de Seguridad de Cuernavaca, con el apoyo de la Policía Federal y el Ejército.
“Ya tenemos el mando. Entramos a las instalaciones, que teníamos antes pero que la nueva administración se negaba a aceptar a partir del 1 de enero”, apuntó.
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